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Punta de Lanza. Petro le trinó al presidente Nayib Bukkele, de El Salvador. Por Senén González Vélez

Resulta pasmoso o alarmante el cinismo del presidente Gustavo Petro Urrego, al dirigirle un trino a Nayib Bukkele, presidente de la República Democrática del El Salvador, en que lo critica por las medidas de seguridad adoptadas para encarcelar a miles de delincuentes a quién Petro llama “jóvenes” creando, según Petro, un holocausto.

Que cínico es Petro carajo, además hipócrita especialmente cuando empleó la frase en la que dice: “me produjo escalofrió ver a esos miles de muchachos en la cárcel”.  ¿Tendrá escalofríos Petro por eso? O, es por el inicio del dengue, ¿o la malaria? Nada de raro sería, que la tuviera por la palidez de su rostro que da mala señal. Pero que hable el presidente de Colombia de sentir escalofríos porque ve cientos de “jóvenes” en una cárcel privados de la libertad por cometer delitos de suma gravedad, como el crimen, el chantaje, la extorsión, el secuestro, las violaciones a menores y mayores, el fleteo.

Todo ese proceder   es una demostración de cinismo y populismo en simultánea, en que pareciera que el presidente está cohonestando el crimen y poniendo en manos de criminales la vida de los inocentes.

La cárcel que ha construido el gobierno del presidente Bukkele, es decente. Tiene todos los servicios de atención médica, es nueva, y tecnológicamente construida. ¿Cómo puede sentir escalofríos el presidente Petro, cuando su especialidad era de ser un veterano carcelero y sepulturero de los que más peligrosos, sanguinarios y perversos a existido, encerrando a sus víctimas en áreas totalmente alambradas con afiladas púas?  Y… como si fuera poco, los dejaba pasar hambre, y dicen que se defecaba sobre sus víctimas, de ahí el remoquete de alias El Cacas.

Petro, no tiene derecho a hablar de escalofríos, cuando lo que critica es del tamaño de un piojo amaestrado, ante las monstruosidades que hizo en sus tiempos de terrorista. Esas mafias revolucionarias jamás invierten en lo bueno pero si en armas, en sicariato, en bombas rurales y urbanas, en minas quiebra patas, o en el sembrado de coca para traficarlas y generar dinero en cantidades alarmantes. Pero jamás construyen cárceles con sentido humano, correctivos, todo lo contrario, son reclusiones extorsivas, especialmente construidas para producir hacinamientos inhumanos con alambradas de púa tipo Hitlerianas, con torturas de postre y desayuno, para sacar dinero o fortalecer la causa. No obstante, los derechos humanos, nunca se pronunciaron ni antes ni después. Eso sí que produce escalofríos insoportables.

El país no puede olvidar todo lo que le hicieron a Ingrid Betancourt, y como llegó en un estado de desnutrición espantosa. Tampoco olvidamos el rostro de Fernando Araujo Perdomo, quien estuvo en manos de Martin Caballero. Vi bajar a Fernando del helicóptero, y era como un esqueleto, envejecido y maltratado. ¿Y… qué decir de la barbarie del Palacio de Justicia?  Eso sí es escalofriante. El presidente Petro, si sigue con sus trinos imprudentes, y sus salidas en falso, está cosechando reacciones. Que no se la juegue con Nayib Bukkele, porque termina rompiendo El Salvador relaciones con Colombia. Ya en Perú, Petro está declarado persona no grata. En Guatemala no es bien visto por haber nombrado el ministro de defensa que tiene procesos penales instaurados por ese país. Y acá en Colombia, tiene un motín a bordo creado por el marinero Alejandro Gaviria, que se sacó el clavo y lo que falta por hacerle más daño al gobierno, pues Gaviria es un hombre frio, calculador, peligroso, desleal, y la botada del ministerio, la va a capitalizar, ya lo verán. Petro en el poder, se ha convertido en un gallito Kikiriquí, busca pleito, hasta que le salga, el que le dé con las espuelas y lo aquiete. Y lo encontrará.

Toronto Canadá.                                                                   -senengonzalezvelez@hotmail.com

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