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¿Por qué Junior juega tan mal y no gana? Por: Ulises Redondo Cienfuegos

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Barranquilla, marzo 6 de 2017.- Así como está jugando el Junior, con movimientos lentos, cansinos, paquidérmicos, de la mayoría de sus futbolistas debería convertirse mejor en una pieza de museo del Jurassic Park.ulises-redondo-columnaSe ve a la mayoría de jugadores sin explosividad, sin movilidad, faltos de dinamismo, lentos de reacción. Colectivamente el juego que practica es anti estético e individualmente la calidad no brilla. Es un equipo descompensado, unos cuantos jugando rápido pero sin ideas, la mayoría con movilidad cercana a la de las tortugas, pero igualmente sin imaginación.

Los refuerzos salvo Aponzá no han demostrado, hasta ahora, la calidad imprescindible que necesita un jugador para actuar en torneos profesionales competitivos como el de Colombia.

Los laterales o marcadores de punta han demostrado hasta ahora por qué eran suplentes de los suplentes en Millonarios. No digo que sean de mala calidad, porque hay veces las lesiones crónicas disminuyen el desempeño. Jonathan Estrada, otro suplente en Millonarios,  se ve disminuido en sus aptitudes y actitudes y junto a Sebastián Hernández, solo aportan como insumos lentitud más escasez de ideas dos componentes que al mezclarlos sólo pueden generar una opaca gama de fealdad en el juego, producto final que ningún aficionado al fútbol está dispuesto a comprar, ni siquiera ver por la pantalla chica de los canales deportivos nacionales e internacionales.

Junior desentona en su juego. Aponzá juega con atisbos de talento, con el motor a cuarta y quinta velocidad, los demás con la palanca de cambio en primera. Además de Aponzá, hay tres jugadores que corren casi a la par del velocista Usain Bolt, atleta jamaiquino especialista en los 100 metros planos son: Alexis Pérez se ve rápido, pero pasado de revoluciones, impreciso, llega a destiempo a varias jugadas se le ve más obsesionado por detener como sea a los atacantes que enfrenta, en varias ocasiones se observa que pierde la referencia del balón, no lee el juego con más inteligencia. No basta ser rápido, la amalgama de inteligencia,  serenidad y velocidad distingue a quienes han alcanzado umbrales de excelencia. Pérez podrá tener potencial pero aún le falta madurez. Situación similar le ocurre a Balanta en los parques de juegos metálicos. Otro que corre como caballo desbocado es Toloza. Definitivamente ningún técnico ha podido corregir las deficiencias del futbolista nariñense y explotar sus cualidades. Se le ha hecho daño a Toloza haciéndole creer equivocadamente lo que él erradamente piensa de sí mismo. ¿Quién dijo que Toloza era delantero? Su velocidad, buen centro y sacrificio en defensa lo asemejan más a un lateral. ¡Claro!, a sus 32 años es imposible que él aprenda.

Para colmo de males, a los defensas son deficientes en el juego aéreo. Habrá que ponerles, a cada quien, es sus espaldas un cohete, para que salten o vuelen al mejor estilo de Iron Man, el famoso personaje del cine ficción.

Piensan correr y, evidentemente corren,  pero no corren pensando. Hay una gran diferencia cuando un atleta sabe por qué corre y otra para que lo hace. Por supuesto, en cualquier deporte de largo aliento como el fútbol, hasta un niño de las categorías “cebollitas” o “ponys” sabe que tiene que correr. Hasta donde la ciencia médica ha investigado, se sabe que las células que configuran las fibras musculares no están por encima de las neuronas, de las células inteligentes que conforman el cerebro. No creo que sea posible que las células musculares les den órdenes a las inteligentes y si pasa, entonces, todo se torna en puro voluntarismo y solo con voluntad no se puede competir con éxito al más alto nivel.

Entre tanto a Bernardo Cuesta luce dinámico pero le cuesta generar ideas

El resto, son jugadores lentos. Ovelar es inteligente pero hasta el momento luce más pesado que un búfalo pero aun así, inexplicablemente, le arrebató la titular a Michael Rangel, el goleador del Junior en el pasado torneo.

Al equipo se le ve sin un plan de juego. Sin liderazgo.  Es posible que no interpreten lo que quiera el técnico. Puede ser que Gamero no tenga los jugadores que encajen en su esquema táctico. O sencillamente que Gamero quiera proyectar en su laboratorio mental  una nueva alquimia futbolística. Pero en su tubo de ensayo, la reacción de los elementos químico-futbolísticos que él ha mezclado, está muy demorada.

Creo que ya algunos de los jugadores cumplieron su ciclo. Otros tal vez encontraron en Junior zonas de confort, pues a pesar que su rendimiento es bajo, que su productividad es ineficiente e ineficaz continúan, inexplicablemente, en la nómina, jugando como titulares o como primeras alternativas de sustitución, en el banco de suplentes.

No quisiera pensar que el mal juego que muestra Junior, su falta de velocidad, su cansancio se deba a que físicamente el equipo no esté apto al 100%. Pero de ser así hay que buscar las causas. No quiero hacer juicios a priori, pero recuerdo que en su momento, cuando Alexis García fue DT, se hablaba de que algunos jugadores se oponían a los entrenamientos a doble jornada y que por ese motivo lo habían saboteado para sacarlo del club.

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