Barranquilla, 2 mayo de 2019.- Para poder entender la problemática es necesario referenciar el contrato que desde la entrada de Inassa como socio calificado privado a la Triple A, se firmó entre las partes con la finalidad de darle cumplimiento. Es bueno recordar que en septiembre de 1.996, Corfivalle recomendó se reconociera un importe del 4.5%, de los recaudos efectivos como ingreso por “Costo de gerenciamiento” con la finalidad de garantizarle al socio inversionista una rentabilidad que hiciera más atractiva la inversión. Lo que no pudo prever Corfivalle, es que la empresa se iba a expandir por todo el Departamento del Atlántico, lo que incrementaría sustancialmente su facturación y por ende sus recaudos efectivos, incrementando en forma onerosa los ingresos de Inassa, en perjuicio de los socios minoritarios y del gobierno en el pago de sus impuestos al disminuir las utilidades año por año. Un claro rompimiento del equilibrio económico de un contrato que no se demandó.
El contrato de asistencia técnica (Costo de gerenciamiento) incorporado al Acta de Acuerdo se firmó, el 18 de octubre de 1.996. Firmaron como representante del sector público el alcalde Edgar George González, como representante del futuro socio (Inassa S.A) Julio Gomes Piqueras y como representante de los accionistas privados Antonio Celia Martínez Aparicio y Alejandro Arteta Abello. El representante de Inassa, era el gerente de “Aguas de Cartagena, empresa cuyo socio es Agbar, que también recibe como socio operador el 4.5%, de los recaudos netos.
En esa acta de acuerdo, se establece que Triple A, le pide el 21 de agosto a AGBAR (Aguas de Barcelona) para que presente oferta técnica y económica. El 3 de septiembre ya no Agbar sino Inassa presenta su propuesta técnica y económica. El 19 de septiembre se firma el acta de negociación entre las partes aprobada por la junta directiva de la Triple A .Se propone realizar una asamblea el 21 de octubre de 1.996, para reformar los estatutos.
Entre los acuerdos esta la obligación de que Inassa adquiera el 43.31% de las acciones, las cuales fueron vendidas a un precio de $1.250 pesos por acción.
El futuro socio (Inassa-Agbar)), se compromete a aportar a Triple A su conocimiento y capacidad de gestión en relación con los aspectos técnicos, operativos, administrativos y comerciales relacionados con la prestación de los servicios públicos de acueducto, alcantarillado y aseo. El gerente será postulado por Inassa y designado por la junta directiva. Personal español que no se vincule laboralmente a la Triple A, correrá por cuenta de Inassa. En efecto todos los españoles fueron incorporados a la planta de la Triple A
En contraprestación a las obligaciones que asume el socio se decide pagar “un costo de Gerenciamiento” durante los primeros 7 años, del 4.5% del ingreso neto (recaudo real de Triple A), y a partir del octavo (8) año, se le reconoce un punto adicional si cumple las metas fijadas en recaudo y rotación de cartera. Metas que son inversamente proporcionales porque cuando sube una baja la otra. Es decir si aumentan los recaudos la rotación de cartera baja.
Esas fueron lamentablemente las dos variables que se tuvieron en cuenta en el compromiso firmado para reconocerle “el costo gerencial”. No se especificó en qué consistiría la obligación de aportar conocimiento y capacidad de gestión en relación con los aspectos técnicos, operativos, administrativos y comerciales. Los españoles entendieron que bastaba con traer españoles con alto conocimiento en la operación de este tipo de empresa, colocarlos en los cargos de responsabilidad y de esa forma darle cumplimiento al acuerdo o contrato firmado entre las partes. Por otra parte no tuvieron en cuenta en el contrato de fijar una meta para las pérdidas del agua tratada y no facturada, lo que explica las altas pérdidas físicas y negras que tiene hoy la Triple A(51.5%. A pesar de que Agbar logró disminuirlas a niveles 37.2%, mientras estuvo al frente de la empresa.
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