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Barranquilla, 11 de septiembre de 2017.- El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont finalmente dejó a sus seguidores extremistas con deseos de cumplir con su cometido separatista y aunque hizo la Declaración Unilateral de Independencia de Cataluña en forma de república, en solo 30 segundos, solicitó al Parlamento Catalán, suspender la declaratoria con la excusa de dialogar, según él, con el Gobierno español, por lo que dejó en suspenso a sus seguidores mirando un chispero y divididos.

Además de todo lo ocurrido horas antes en las negociaciones que al parecer tuvo que hacer con sus socios de la CUP, partido extremista de izquierda al cual pertenece y tiene compromisos, luego de haberse elegido con la promesa de la separación de Cataluña, y a quienes tiene que cumplirles, por lo que se cree que parte del retraso por una hora de su intervención y que los anticapitalistas a pesar de haber asistido al pleno llegaron tarde y se negaron a aplaudir el discurso, se debe a ese pretender dejar contentos a sus socios.

Es importante señalar que para declarar la independencia Puigdemont se afirmó sobre los resultados del referendo del 1 de octubre a pesar de ser un acto que ha sido declarado ilegal, fraudulento y sin las más mínimas garantías.

Por su parte el jefe de gobierno español Mariano Rajoy se mantiene en su posición tras la declaración de este domingo y de manera hermética estudia los pasos a seguir para lo que solicitó este domingo paciencia y confianza anunciando que “impediría que la declaración de independencia se plasme en algo”. “

Y continuó el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, este miércoles en la misma posición, dando pasos seguros al reunirse primero en Consejo de Ministros para abordar los próximos pasos tras la celebración de la sesión plenaria la tarde de este martes en el Parlamento Catalán. Además de mantener contactos con los principales partidos políticos porque según ha dicho, busca el máximo consenso en su adopción. Rajoy además, comparece, a petición propia, este miércoles en el Congreso de los Diputados donde explica la situación política en Cataluña”.

El Consejo de Ministros acordó la mañana de este miércoles requerir formalmente al Gobierno de la Generalidad para que confirme si ha declarado la independencia de Cataluña, al margen de la deliberada confusión creada sobre su entrada en vigor.

Afirmó La Moncloa que este requerimiento, es previo a cualquiera de las medidas que el gobierno pueda adoptar al amparo del artículo 155 de la Constitución, y que haya claridad para los ciudadanos  y la seguridad que requiere una cuestión de tanta importancia, afirma el gobierno español.

Por su parte la Vicepresidenta de gobierno Soraya Saenz de Santamaría, afirmó este martes que luego de que Carles Puigdemont haya llegado tan lejos, y embarcado a Cataluña en el mayor nivel de tensión de su historia, este martes la ha sumido en el mayor nivel de incertidumbre. Sobre el discurso del presidente de la Generalitat, afirmó que es el discurso de una persona que no sabe dónde está, a donde va, ni con quién quiere ir.

Expresó que el Gobierno no puede aceptar que se dé validez a la ley catalana del referéndum porque está suspendida por el Tribunal Constitucional. Advirtió que la Generalitat no puede exhibir los resultados del 1 de octubre porque ese fue un acto ilegal, fraudulento y sin las más mínimas garantías, reiteró.

Saenz de Santamaría reafirmó que no es aceptable, además, que en el Parlamento tampoco puede dar constancia de  que la mayoría de los catalanes desean un estado independiente en forma de república. “Por lo tanto, ni el señor Puigdemont ni nadie, puede sacar conclusiones, ni consecuencias de una ley que no existe, de un referéndum que no se ha producido y de una voluntad, la del pueblo de Cataluña, de la que una vez más quieren apropiarse”.

Asimismo, sentenció que ni Puigdemont, ni nadie puede pretender, sin volver a la legalidad y a la democracia, imponer una mediación. El dialogo entre demócratas se hace dentro de la ley, respetando las reglas del juego y no inventándolas a su voluntad.