COLUMNISTAS

En calidad de Vicepresidente Segundo de la Cámara de Representantes de Colombia, me veo en la imperiosa necesidad de dirigirme a la nación, y en particular, al señor Ricardo Roa, actual Presidente de Ecopetrol, para expresar mi profunda preocupación y exigir acciones concretas ante la alarmante situación que enfrenta la principal empresa estatal del país.

Ecopetrol, emblema de la excelencia técnica y gerencial en Colombia, se encuentra en un momento crítico, no solo por las fluctuaciones en el mercado global, sino más preocupantemente, por decisiones internas que parecen desviarse de su histórica senda de rigor, capacidad y transparencia. La consolidación de su Junta Directiva siempre ha estado marcada por un distanciamiento de los vaivenes políticos, asegurando así su fortaleza y estabilidad.

Sin embargo, hoy Ecopetrol se tambalea bajo el peso de la incertidumbre y la inseguridad jurídica, reflejo de una gestión que ha permitido que el activismo ideológico se anteponga al indispensable rigor técnico. Las ambiguas posturas del Dr. Ricardo Roa, especialmente en lo referente a la firma de nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, han provocado una reacción adversa inmediata en los mercados financieros, erosionando la confianza de inversores nacionales e internacionales. A esto se suma una mancha en su reputación por presuntas irregularidades electorales, lo que sólo añade más sombras a su gestión.

Los recientes resultados financieros son una clara señal de alarma: una caída del 42% en las utilidades en el último trimestre de 2023, con una disminución de ingresos totales de más de $16,4 billones comparado con el año anterior. Esta drástica reducción no solo afecta a Ecopetrol sino que tiene un impacto significativo en la economía nacional, dado que los ingresos de Ecopetrol representan un 9% del PIB del país.

Frente a este panorama desolador, y como representante de los colombianos en la Cámara, exijo al Dr. Ricardo Roa que rinda cuentas de manera inmediata. Es imperativo que explique las razones detrás de esta caída estrepitosa en las utilidades y cómo pretende rectificar el rumbo de Ecopetrol. La transparencia y la rendición de cuentas no son opcionales, son obligatorias.

Además, anuncio que la próxima semana convocaremos a un debate de Control Político en el Congreso de la República. Este será el escenario para que el Dr. Roa presente un informe detallado y convincente sobre su gestión y sobre las medidas correctivas que se implementarán para revertir esta situación crítica.

Es momento de actuar con firmeza y decisión. La defensa de Ecopetrol, como patrimonio nacional, y el interés supremo de Colombia deben prevalecer sobre cualquier consideración política o ideológica. La continuidad del Dr. Roa al frente de Ecopetrol se hace insostenible. Por el bien de la empresa y del país, es hora de que presente su renuncia y dé paso a una gestión que restaure la confianza, la estabilidad y el crecimiento de nuestra principal empresa estatal.

La responsabilidad de liderar Ecopetrol no puede ser tomada a la ligera. Se requiere de un compromiso inquebrantable con la excelencia, la transparencia y el bienestar nacional. Confío en que se tomarán las medidas necesarias para corregir el rumbo y asegurar el futuro de Ecopetrol y de Colombia.

Señor Roa, si su trabajo deja en evidencia falta de gerencia, por el bien del país lo mejor es que renuncie al cargo, para que no siga afectando a la empresa más importante del país.

*Juan Espinal es el vicepresidente II de la Cámara de Representantes de Colombia.