Barranquilla, 13 de febrero de 2019.- Ya son 8 los ataques terroristas contra la infraestructura petrolera en lo que va corrido de este año, 5 de estos al Oleoducto Caño Limón Coveñas y 3 al Oleducto Trasandino, según informó la empresa Ecopetrol. En 2018 se derramaron más de 20 mil barriles en 89 atentados. “No es un tubo roto; son miles de hectáreas contaminadas y comunidades afectadas”, reclamó la empresa petrolera.
El último de estos ataques terroristas se produjo en inmediaciones de la quebrada La Llana, en zona rural del municipio de Teorama, Norte de Santander, rompiendo el transporte del oleoducto, lo que derramó el crudo en la quebrada. Este nuevo atentado se registró este miércoles aproximadamente a las 4:45 de la tarde.
Es importante señalar que el daño ambiental por el crudo derramado este miércoles ya llegó al Río Catatumbo, a la altura del corregimiento El Aserrío de Teorama, informó la empresa, al tiempo que señaló que ha puesto toda la capacidad para contener este desastre ambiental que rechazó enfática por el enorme daño al medioambiente y a las comunidades aledañas a Teorama, como el corregimiento de San Pablo, que toman de esta fuente el agua para su consumo y el de sus cultivos y animales.
Ecopetrol hizo un llamado a los pobladores para que no se acerquen a la zona del atentado, no tomen agua de la quebrada La Llana, ni utilicen elementos que puedan generar chispas como fogones o fogatas.
Al igual que hizo un llamado para que cesen los ataques contra la infraestructura petrolera que afectan gravemente a las comunidades vecinas y el medio ambiente.
Este lunes se registró también un atentado en el Oleoducto Mansoyá a la altura de la vereda Buenos Aires, jurisdicción de Orito, en Putumayo. Tras este atentado al Oleoducto en Putumayo, Ecopetrol activó de inmediato un plan de contingencia. Este acto terrorista generó un incendio que fue rápidamente atendido, no obstante ocasionó daños a las comunidades y viviendas cercanas a ese punto, incluso generando con su onda explosiva afectaciones y quemaduras a la comunidad cercana.
Cabe recordar el daño irreparable al medio ambiente al concentrarse el crudo sobre la tierra y las corrientes de agua. Además de la destrucción de los cultivos de los campesinos, quienes con esfuerzo siembran para cosechar, para que luego de estos esfuerzos, terroristas de manera indiscriminada los ataquen.