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Es una verdad de a puño que el país está absolutamente desilusionado con el desgobierno del presidente Petro.

Sus alianzas, la inseguridad, sus corruptelas, sus incumplimientos, su financiación oscura de la campaña, sus escándalos, su ineptitud, la falta de coordinación de sus ministros y la bajísima ejecución presupuestal tienen a los colombianos pensando que cometieron un grave error al entregarle el solio de Bolívar.

Pero, también es una verdad de a puño, que su elección fue, en gran medida, el resultado de la desconfianza que ya le tienen los colombianos a los políticos tradicionales.

En estos momentos los colombianos están  en medio de una doble desilusión.

Por un lado, un gobierno que prometió el cambio pero que ha resultado igual de malo.

Por otro lado, unos políticos que quieren aprovechar su caída para recuperar el poder y seguir siendo igual de malos a Petro.

El problema, como lo manifestaba un antiguo asesor de cabecera del presidente Uribe, es que si no ganaba Petro, el país continuaría paralizado en medio de unas manifestaciones que finalmente lo llevarían a un colapso económico.

Ese nefasto ”chantaje político” fue posible por una sola razón.

Esa sola razón es la abstención.

Y ese “chantaje político” tiene también una sola respuesta.

La respuesta es que la abstención, que representa el 52% del potencial electoral, conforme un Partido Nuevo y Limpio que se convierta en una verdadera alternativa para llevar al poder a los honestos, capaces y comprometidos en reemplazo de todos estos politicastros de izquierda, centro y derecha que son los únicos responsables de que hoy estemos tan mal como estamos.

La izquierda demostró su ineptitud para gobernar y la derecha la ha venido demostrando desde hace 200 años.

El único camino que le queda a Colombia, para no llegar a una debacle nacional producto de la lucha por el poder de este par de grupos de ineptos, corruptos e indolentes, es que la abstención conforme, liderada por las reservas, un Partido Nuevo y Limpio.

Colombia no aguanta un gobierno de izquierda más pero tampoco está dispuesta a que vuelvan al poder los ladrones de siempre.

Las elecciones del 2026 serán la gran prueba de fuego.

O, Colombia decide por fin desmontar a la “caterva de descastados” y encontrar el rumbo de bienestar para todos…

O, seguimos enredados en una lucha de ellos por el poder para poder seguir robándose el presupuesto, mientras nos mantienen entretenidos a nosotros matándonos.

Presupuesto que, si los defenestramos del poder, va a alcanzar para que los colombianos tengamos tal estado de bienestar que jamás volveremos a tener motivos para matarnos entre nosotros.

Estimado compatriota abstencionista, su voto por el Partido Nuevo y Limpio puede significar la salvación para Colombia.

Para su gentil reflexión y acción.