No hay día que este nefasto personaje, inquilino de la Carpa de Nariño, produzca algún tipo de desazón. Aun cuando el primer mentiroso de la nación, no use la red social X, con el pretendido de gobernar, actividad que no es legítima desde el punto de vista del Derecho Administrativo, aun cuando no produzca sus mensajes traídos de los cabellos, es decir locos, cuando “se pierde” y nadie sabe de su paradero, pero algunos lo presumen, aun en su “silencio mudo”, parodiando al poeta Miguel Antonio Caro, así sea en esa condición silente, genera caos. Este hombre es un engendro de todos los vicios, se empeña en demostrarlo, por ejemplo, el aniquilar, aunque sea moralmente a sus contradictores, al mejor estilo de Stalin, pero si se tiene en cuenta su origen ideológico, pues la aniquilación física del “enemigo” fue demostrada por el grupo al que pertenecía, el M19, que así pretendan bañarlo en los perfumes del eufemismo, no deja de ser históricamente un grupo perverso y asesino. Pero, además, en su cuenta de X, ya cerró la oportunidad de confrontarlo y sobre todo demostrarle las mentiras, ya no pueden interactuar, para comprobarle su discurso de la mendacidad.
Representa el discurso mentiroso de todos los zurdos que embeleca a los ignorantes en una lista amplia de personajes y abona el resentimiento generalmente en aquellas personas que al igual que él, carecen de disciplina y juicio, siendo la excepción su persistencia de lograr el poder durante 30 años, fuera como fuera. Alguien lo equiparó en las locuras a Goyeneche, el eterno candidato a la presidencia en la época del Frente Nacional, quien propuso hacerle una marquesina a Bogotá, para evitar que la lluvia afectara a sus gentes y en fin más de mil propuestas locas, tanto como las del orate actual, como “navegar por las estrellas, para repartir vida” o pretender goyanescamente ser un líder mundial y acá otro vicio horrible, el del metiches que se interesa por las muertes en la Franja de Gaza y le importa un comino, todas las muertes en Colombia, perpetradas por las FARC, el ELN o los grupos residuales, porque gracias a ellos, como lo afirmó el propio hermano, se lograron votos, por los “acuerdos de la picota”. Entonces el señor también compra peleas ajenas, pero no se fija en el polvorín en que sentó a toda Colombia o mejor, se hace el pendejo como con tantos temas urgentes en este país. Pero los chisgarabises de su séquito, como autómatas cumplen la tarea de aplaudir y desviar la atención a otros temas. Ah la egolatría cada vez más en aumento, sintiéndose el mesías de Colombia, el planeta y al menos de la galaxia de que hacemos parte. Eso raya sin duda, como lo han señalado expertos en la materia, en un serio desorden mental. En fin, encarna todos los males que estarían guardados en la caja de Pandora.
Se quejó de ser señalado bruto, aspecto donde le asiste razón, no lo es, pues para maquinar todo lo que está haciendo, para lograr tener sus áulicos permanentes, focas de aplausos y personas que cumplen tareas distractoras, es un verdadero mago. Esto último facilitado, porque aún hay quienes con algún grado de formación, creen en lo que este hombre les vende como culebrero de vermífugo para lombrices o aquellas personas que se blindan en la fe y esperan que con oraciones, sin actuar concretamente, le encargan al Buen Dios se ocupe de enderezar el rumbo desastroso en que lleva aceleradamente al país, desconociendo que la “fe sin obras es muerta”, ante la mirada impasible de otros tantos, que se niegan a examinar que nos conduce a una confrontación fratricida interna de mayor gravedad a la vivida durante décadas, para sacar réditos a su favor y acá otro vicio, no tiene límite morales ni éticos.
Ahora salió con la especie de no exportar más carbón a Israel, condicionando el tema a ciertas actividades a cumplir por ese Estado, con ocasión del conflicto en la Franja de Gaza. Desconoce el primer gran mentiroso de la nación, las normas de la contratación privada, pública, nacional e internacional; cree que se trata de peleas entre gamines de barriada, con reglas propias, alejadas de la juridicidad. Una vez más corrobora que, no sabe nada de nada, de la Ley, ni de la Constitución, que juró cumplirlas el 7 de agosto de 2022, pese a que muchos creyeron que lo haría, pero es lo mismo que poner a los ratones a cuidar del queso. Una persona que desde antes ha trasegado por los caminos de la ilegalidad o de la ilicitud, le es normal continuar con ese estatus, un patético ejemplo de que “árbol que nace torcido, no se endereza jamás”.
Desconoce qué es un contrato de concesión, propio de los recursos minero-energéticos, que se rige según el Estatuto de la Contratación Estatal, donde el Estado cede la exploración, explotación y comercialización de estos a entes particulares, porque no tiene los medios técnico logísticos ni la capacidad económica, obvio a cambio de un porcentaje de las ganancias, que se distribuyen a título de regalías. Si bien es cierto, que según disposición expresa del artículo 332 de la Constitución Política, el subsuelo está en cabeza del Estado, además de los recursos no renovables, “sin perjuicio de los derechos adquiridos y perfeccionados con arreglo a las leyes preexistentes”, esto no le autoriza al individuo de marras, para desconocer a través de un discurso altisonante los contratos alrededor de las concesiones, donde se incluye la del carbón. Los efectos de otro desatino son de diversa naturaleza: 1. Internacionalmente de nuevo en la balanza de los países que luchan denodadamente para lograr el podio de los inviables económicamente; por otro lado ratifica la inseguridad jurídica alimentada por la egolatría de míster mosquito, que donde se para hay defecación segura; desconocimiento del TLC suscrito con Israel en vigencia desde agosto de 2020, pues si bien no es directamente el Estado quien explota y comercializa este energético no renovable, puede el insecto de marras sin embargo, sabotear los procesos de exportación a través de las aduanas. Lo anterior acarrearía demandas internacionales por incumplimiento de los contratos de comercialización, contra las empresas exportadoras que se vendrían como efecto domino contra el Estado Colombiano, por las enormes pérdidas, porque no hay motivo para afectar los contratos referidos y demandar a través del medio de control de controversias contractuales al Estado colombiano, por el “hecho de príncipe”, dentro de la teoría de la imprevisión, una figura propia del derecho contractual, transfiriéndonos el pago a todos los colombianos. No saldrá del bolsillo de Rin Rin renacuajo, saldrá de las contribuciones de los colombianos, que de paso han decrecido como consecuencia de la reforma tributaria, que curiosamente el batracio reconoció fue un error y eso si huele a raro. 2. Nacionalmente, aparte de lo planteado antes, se afectarán las regalías a distribuir, especialmente en los departamentos de la Guajira y el Cesar, según informe de la Agencia Nacional de Minería. El mosquito de economía nada de nada, lo cual hace un mal favor a la Universidad Externado de Colombia de donde dice haber egresado y la afectación económica a los departamentos mencionados gravísima.
Nota 1: Colombia si genera gas natural y es propiedad del Estado, que ha entregado concesiones a Canacol, Hocol, Lewis y la Shell entre otras empresas para explorar, explotar y comerciar nuestro gas, según el Informe de Reservas y Recursos Contingentes de Hidrocarburos de la Agencia Nacional de Minería. Las reservas más importantes están en la Guajira y en Casanare. Así mismo, recordar a los ilustres progres de Colombia, que antes de pensar en comprarle gas natural a Venezuela, hay que concretar la devolución de los dineros indexados naturalmente, representados en considerable cantidad de este energético enviado a ese país entre 2007 y 2015 y que fue a menos de US$5 por millón de BTU, deuda que mantiene el país Bolivariano.
Nota 2: Mr. Mosquito, debe estar de muerte lenta, por las elecciones del parlamento europeo. El giro a la derecha, lo debe tener muy depresivo, lo cual incidirá en el aumento de la dosis de café en la mañana.