COLUMNISTAS

A estas horas, todavía no se conocen reacciones de los partidos políticos, independientes y de oposición, a la propuesta que el pasado 20 de febrero hizo el presidente Álvaro Uribe desde Cúcuta a los lideres con el fin de unir esfuerzos en una gran convergencia política para que, mediante un acuerdo nacional se escoja al candidato único de los demócratas como carta ganadora para las próximas elecciones presidenciales.

Los partidos Liberal, Conservador, Cambio Radical, Centro Democrático, Partido de la U, Verde oxígeno y el movimiento Equipo Colombia que acompaño al Dr. Enrique Peñalosa en su última elección a la alcaldía de Bogotá, todos unidos, tienen el suficiente calado electoral para vencer al déspota y a los grupos violentos que alimentan la locura que nos gobierna. Sumados los resultados de cada partido antes mencionados, en las elecciones de 2.022 y 2.016 (elección de Peñalosa) sumarian hoy más de 9.500.000 votos, eso, sin contar el crecimiento de cada uno de ellos, y el evidente declive del partido de gobierno, el Pacto Histórico.

Uribe creo yo, lo que quiere es que se puedan adelantar decisiones políticas, y para ello debe existir animo conciliatoria de todos. Los partidos no le pueden temer a las peligrosas amenazas que profiere, de manera irresponsable, el presidente de Colombia Gustavo Petro, como lo hizo el domingo anterior desde Chicoral en el Departamento del Tolima. Delirante, aúpa a los campesinos con sofismas altisonantes llamando a los sectores agrarios y a etnias vulnerables a un nuevo estallido social de manera insensata, imprudente y desorejada. Los siguientes dias, de los que le quedan de gobierno serán los peores, pues el pichón de sátrapa utilizara las sentencias adversas a sus descabelladas reformas para salir, como un enajenado, a subvertir el orden público de la nación. Colombia, apreciados amigas y amigos, no tiene un presidente cuerdo gobernando, lo podríamos afirmar después del discurso de Chicoral; Colombia tiene en la casa de Nariño a su peor enemigo incendiando la república. Las excentricidades del presidente Petro, y su locura lo llevaran a tocar al alboroto mientras hace trizas la democracia y las instituciones.

Es nuestro deber hacerle un cordial llamado a los campesinos y a las distintas etnias de la patria para que se tomen el trabajo de verificar las falacias del gobierno con las que quiere llamar a un estallido social a todas luces inconveniente para el pueblo colombiano. No se dejen manipular, con palabras vanas, y vayan a las cifras oficiales para contrarrestar la narrativa mentirosa del ejecutivo: Veámoslas. – Compra y entrega de tierras. – Ofrecidas 3,0 millones de hectáreas. Ejecución real 448.544 has. Titulación de predios. – Ofrecidas en campaña 7,0 millones de has.

Ejecutadas 1.277.000 formalizadas; Adecuación de tierras y construcción de distritos de riego. – Prometió implementar proyectos de adecuación, y solamente ha invertido $74.000 millones de pesos en compra de maquinaria. En resumen, amigos campesinos, todas las promesas han quedado en reducción de metas y en carreta subversiva para tapar su incompetencia. El mismo presidente afirmo en el disparatado consejo de ministros del 12 de febrero que de 189 promesas de campaña solamente ha cumplido el 25%, es decir 47 de ellas. No se dejen manipular más, Uds. no pueden ser utilizados como protagonistas de una nueva violencia como la que vivió el pais en los años 30, entre aparceros y propietarios. Mejores dias están por llegar.