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Barranquilla, 25 de enero de 2020.- Equivocadamente algunos protagonistas del acontecer nacional  han convertido últimamente el término AUTISMO como referente desdeñoso  para   mencionar algunos  comportamientos públicos de sus contradictores. Esta correlación  también se registra coloquialmente en conversaciones domésticas y sociales que por serlo resultan no menos desacertadas y engañosas.

Quienes así lo predican, están demostrando  un  desconocimiento completo  de las connotaciones que tal condición implica para quienes la presentan y sus familias.

Tal fue la reciente confrontación que tuvieron con el gobierno nacional  los reconocidos  senadores Jorge Enrique Robledo e Iván Cepeda al referirse peyorativamente al presidente Duque “…como  el AUTISTA que ignora,   desconoce  o actúa sobre la realidad del país frente a los desafíos de las protestas actuales” Y Para abundar en la descalificación comparativa con las personas que se encuentran dentro del espectro, los mencionados parlamentarios agregaron: “… Lo peor que puede hacer el gobierno ahora es reaccionar en forma AUTISTA y autoritaria: minimizar la enorme movilización de hoy y magnificar los actos vandálicos. Seguir enterrando la cabeza en el arena. Pero eso no va a solucionar el problema sino a estimular el descontento”.

Por haberse vuelto recurrente el desatinado uso del término AUTISTA, es preciso hacer claridad entre los hispanoparlantes colombianos sobre el verdadero sentido de esta expresión como identificación de una importante y numerosa  población que presenta esta condición y  que puede verse maltratada por el equivocado uso de este término.

A propósito de la próxima celebración del 1er. CONGRESO PANAMERICANO DE AUTISMO, SÍNDROME X FRÁGIL Y OTROS TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO,  los días 16  y 17 de abril, en la ciudad de Cartagena quisimos contactar a una de sus organizadoras la doctora Lina Margarita Rosa Sarmiento para profundizar sobre este tema y conseguir separar la descalificación que se hace del paciente con la comprensión y tolerancia que se debe observar sobre quienes están diagnosticados con esta condición.

Está reconocida neuropsicologa declara que: “Es mentira que una persona con autismo este fuera del contacto de la realidad, porque la persona que presenta la condición tiene su propia forma de percibir  los estímulos; de una manera diferente a los demás,… pueden ser hipersensibles,  o hipo sensibles, percibiendo cierta cantidad de estímulos de forma aversiva o desagradable, dificultando la comprensión de los mismo, y buscando resguardo en sus juegos repetitivos y/o intereses restringidos. La reacción de las personas con autismo ante un cúmulo de estímulos puede ser comparada con la metáfora de la tortuga que se encierra en su caparazón para protegerse.

“La diferencia entre un Trastorno del Espectro del Autismo (TEA), conocido como una CONDICIÓN,  de  una patología  considerada como tal, es que la primera no tiene CAUSA MEDICA conocida, mientras que a la enfermedad se le identifican claras causas médicas.

“Los TEA son un trastorno del neurodesarrollo  que afecta el aprendizaje y la conducta que perdura a lo largo de la vida pero que la severidad de su sintomatología, según los casos, puede variar a través  del tiempo”.

Para concluir la Dra. Rosa enfatiza que no es ético ni Justo utilizar este término de forma peyorativa, ya que tanto las familias como la comunidad científica que trabajan con esta población luchan día a día contra los estigmas, y el rechazo que viven no sólo las personas con esta condición, si no sus familias. “No conozco dos personas que sean iguales en este mundo, todos tenemos intereses, gustos y formas de entender el mundo particulares; la diferencia radica en que unos se adaptan a las situaciones y a la vida diaria de una manera más fácil que las personas que se encuentran dentro del espectro”.