Barranquilla, 13 de agosto de 2017.- El senador cartagenero del Centro Democrático, acompañado de un grupo de ciudadanos, se tomaron la tarde de este domingo, algunas vías por donde circularía la caravana del vicepresidente de los Estados Unidos Mike Pence, de visita en Colombia desde las 3:30 de la tarde, para enterarlo de la situación real y la posición del sector mayoritario de Colombia respecto de los temas del Acuerdo entre Santos y las Farc y el narcotráfico. Descontento que mostraron los ciudadanos a través de pancartas y el senador Araújo con una declaración.
El senador Araujo por su parte en su declaración señala que “Colombia ha tenido y debe conservar la tradición de aliado de Estados Unidos, recuerda que esta relación ha sido y espera que continúe siendo igual con ambos partidos estadounidenses. Por lo que le da la bienvenida al Vicepresidente Mike Pence, no sin antes ponerle de presente la situación con los Acuerdos firmados entre Santos y las Farc, del que manifestó que el gobierno de Juan Manuel Santos no ha dicho que el crecimiento de los cultivos ilícitos en casi 200.000 hectáreas de coca son producto de una concesión, por debajo de la mesa entre Santos y las Farc. Añade que el crecimiento de la producción de coca llegó a la histórica cifra de 700 toneladas.
Adicionalmente señala que Colombia inunda al mundo y al país de coca. Y denuncia que la delincuencia urbana de hoy tiene origen en el aumento de la producción, mientras Santos negociaba las instituciones con las Farc.
Denuncia el senador Fernando Araujo que “el acuerdo con las Farc que firmó Santos, no puede comprometer a todo el Estado de Derecho pues no es un tratado con otro Estado, sino con el grupo terrorista más grande del hemisferio y el grupo narcotraficante más grande del mundo”.
Explica seguidamente el Senador que “ese acuerdo implica un grave riesgo para la institucionalidad colombiana, toda vez que lo incorporaron al texto constitucional obligando a las instituciones y autoridades del Estado a cumplir de buena fe con lo establecido en el Acuerdo Final, y en consecuencia, los desarrollos normativos deberán guardar coherencia e integralidad con lo acordado durante los próximos 12 años. Adicionalmente, crea una serie de entidades que pueden ser usadas para perseguir a la oposición y debilitar la propiedad privada”.
Afirma igualmente de manera textual que “el acuerdo con las Farc es un acuerdo que concede absoluta impunidad a los responsables de narcotráfico y delitos atroces”. De la misma forma señala que desde “ya las Farc anuncian a los peores criminales, cómplices de alias Simón Trinidad en el secuestro de 3 ciudadanos norteamericanos, como candidatos al Congreso sin haber pagado penas por sus delitos”.
“El acuerdo que Santos firmó con las Farc también implica graves efectos sobre la economía colombiana. Solo en el proyecto de presupuesto de 2018 hay 2.4 billones de pesos para financiar los caprichos de las Farc, recursos que hacen falta para reducir el déficit en el sistema de salud”, expresó.
Añade que “el propio gobierno ha señalado que se requieren más de 145 billones de pesos durante los próximos 15 años para financiar lo que llaman el Posconflicto, mientras tanto los colombianos cada día pagamos más impuestos, las tasas sobre las corporaciones y empresas son confiscatorias, y el IVA exagerado para un país de ingreso medio como Colombia”.
Afirma que se presenta regresividad en el tema de las exportaciones no tradicionales de Colombia en 2016 son del mismo tamaño que las llevadas a cabo en el año 2006. Por lo anterior alerta que se requiere recuperar la dinámica exportadora del país. Y Estados Unidos en eso puede ayudar mucho a Colombia.
Recuerda que Venezuela es el principal aliado de Colombia, y ahora más que nunca el continente requiere del apoyo de para resolver la situación con este principal aliado, y no permitir que Venezuela, que ya es una dictadura, profundice en los problemas de la democracia y se convierta en otro Cuba.
Finalmente denuncia que las dificultades sociales de Venezuela han repercutido en Colombia generando una crisis de refugiados, quienes además no están recibiendo en Colombia el apoyo mínimo en salud y educación.