COLUMNISTAS

Esas fueron las instrucciones que nos dio el presidente Álvaro Uribe ayer desde Cali en su intervención en el Foro que tuvo lugar en esa ciudad. 10 millones de colombianos, hombres y mujeres de Colombia, con énfasis en la juventud, que tradicionalmente lo hemos respaldado cumpliremos al pie de la letra con su solicitud, y a través de nuestros celulares seremos el mayor numero de ciudadanos que desde nuestro hogar, desde la oficina, desde el campo, el avión o en barco estaremos prestos, a partir de este momento, en MODO BODEGUERO, para anunciar a los cuatro vientos que defenderemos la democracia y que trabajaremos por la libertad y la victoria.

Aprovechando su magistral intervención que se convirtió en una clase de lo que debe ser un gobierno ejemplar, intentare analizar el por qué, el partido Centro Democrático debe ser el abanderado de esta lucha democrática, y la base de un gran acuerdo nacional que convoque el estallido democrático en las elecciones del 2026.

Lo primero que nos preguntamos muchos colombianos es si existe en el pais una oposición organizada, capaz no solo de enfrentar políticamente a Gustavo Petro, sino además ofrecer una alternativa real de triunfo en las próximas elecciones. Algunos podríamos responder que evidentemente si existe, pero aún no está cohesionada con todos los partidos democráticos que son, ni proyectada hacia una clara posibilidad de victoria.

Hoy vemos que solo hay un partido que ha ejercido la oposición con claridad, coherencia y constancia: El Centro Democrático. Que a pesar de las criticas que recibimos nos hemos mantenido firmes frente a los riesgos institucionales del actual gobierno. Pero debemos reconocer que nuestras fuerzas no son suficientes, no vemos un crecimiento de nuestra base electoral más allá de los resultados obtenidos en las pasadas elecciones para congreso de le república. Y con preocupación observamos que los otros partidos, que alguna vez representaron la oposición, han perdido norte y confianza.

Cambio Radical atraviesa una crisis de liderazgo tras la incapacidad física transitoria de su líder el Dr. German Vargas Lleras por quien clamamos una pronta recuperación. Su estructura parece paralizada y diluida. Por su parte, los partidos tradicionales el liberal y el conservador cargan con el lastre de haber sido aliados del gobierno Petro a lo largo de casi tres años, un hecho que los desacredita ante la ciudadanía que reclama firmeza y claridad moral. Las candidaturas consideradas como “influencer”, deben considerar su ilusoria independencia y capacidad de éxito.

Por lo que, el Centro Democrático está llamado a liderar la reorganización de una gran coalición democrática, con generosidad y sin sectarismos, debemos hacerlo con visión de futuro, porque no se trata de ganar unas elecciones sino de salvar a Colombia.