POLITICA

Barranquilla, 25 de agosto de 2023.- El expresidente Álvaro Uribe Vélez, desmintió a través de un video, y de un comunicado envíado a los medios de comunicación, haciendo uno del nombre de Felipe Villegas, como testigo de lo dicho, y que además refuerza las mentiras dichas por la exparlamentaria Zulema Jattin condenada por parapolítica, quien en declaraciones en la JEP para favorecerse con la libertad, quiso involucrar al exmandatario en sus entramados con los paramilitares. 

Recordemos que se trata de una mujer caída en desgracia por sus nexos, razón por la apareció en el computador de Jorge 40, también con Rodrigo Mercado Pelufo, alias Cadena, y con Salvatores Mancuso quien durante la audiencia de la época afirmó que se reunió con ella en Córdoba y con otros políticos más de ese departamento.

Zulema Jattin, ahora aliada al régimen de extrema izquierda busca como beneficiarse con la JEP y congraciarse con el régimen. Ella incluso desde su prisión domiciliaria que tiene desde el año 2009 en Bogotá, le hizo campaña en el 2022 al entonces candidato Gustavo Petro. Su casa en Lórica, Córdoba era la sede de campaña de Petro.

Es así como esta mujer dijo en la JEP que “durante la campaña de la época, el paramilitar Salvatore Mancuso como jefe de las autodefensas le impidió hacer campaña en algunos municipios de Córdoba, como Tierralta y Velencia, porque en esos municipios, los votos serían para Eleanora Pineda, quien también fue condenada por parapolítica. Dijo que se reunió con Uribe posteriormente, en El uberrimo a donde según ella acudió acompañada de Luis Felipe Villegas, para manifestarle lo que le estaba ocurriendo a ella. Y Uribe le manifestó que si no tenía algo con que sustentar la denuncia, entonces cómo lo iba a denunciar”, esto según las palabras de esta mujer en la JEP.

Uribe reaccionó este jueves de inmediato, ante el oportunismo de Jattin, asegurando que la va a denunciar. El exmandatario dijo textualmente en su cuenta de twitter que “Si la señora Zulema Jattin me preguntó si denunciaba una amenaza que habría recibido de los paramilitares, es propio de mi persona contestar “denuncie con las pruebas”, sin más. Si afirma 20 años después para beneficiarse en la JEP que era una “amenaza velada” la denunciaré ante la justicia.”

Y este viernes con la mente más fresca, y consultando al parecer con las personas que Jattin nombró, Uribe puntualizó cada expresión de la declaracio+ón de esta mujer, en los siguientes puntos:

1. El señor Felipe Villegas niega haber estado en la finca el Ubérrimo en reunión con la señora Jattin y mi persona antes de la elección de 2002.

2. El señor Felipe Villegas confirma que después de mi elección presidencial me visitó en el Ubérrimo con la señora Jattin, que fue una corta reunión, que les conté del nombramiento del dr Fernando Londoño como Ministro, que nada se habló de paramilitares.

3. Como se dijo hace años a la opinión pública, Miguel Alfonso de la Espriella, durante la campaña me transmitió una invitación para reunirme con los paramilitares, le contesté que si me reunía con los paramilitares no podría ser Presidente de la República.

4. Los ex parlamentarios, el dr De La Espriella como la señora Eleonora Pineda, durante el proceso judicial de parapolítica, nada tuvieron que decir en contra de mi persona.

5. El tema de la “Parapolítica” en Córdoba se empezó a conocer en noviembre de 2006 cuando el dr De la Espriella denunció la existencia del Pacto de Ralito. Ni antes ni después asistí a reuniones con parlamentarios para hablar de este tema o de temas relacionados.

6. Con la dra Jattin me reuní en algunas oportunidades. Si fuera verdad que le recomendé no denunciar sin pruebas las supuestas presiones paramilitares, no es de mi estilo decir que tenía que ser una prueba escrita. Además menciona personas sobre las que nunca hablamos. Sin que tenga una sola palabra mía para acusarme inventa ante la JEP su análisis político que no se le ocurrió hace más de 20 años.

7. Es risible que la JEP tome como novedosa la declaración de la señora Jattin.

8. A los jóvenes les diría que pongan cuidado en no tener conversaciones de buena fe con negociantes de la política.