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Barranquilla, 6 de noviembre de 2021.- Y continúa la trama del general chavista Hugo Carvajal, ex jefe de inteligencia y contrainteligencia de la dictadura de Venezuela, a quien lo esperan dos juicios separados en Estados Unidos, ambos procesos están relacionados con el tráfico de estupefacientes. Uno está radicado en el Distrito Sur de Nueva York y el otro en el Distrito Sur de la Florida, lo que configura un extenso expediente que ha sido construido durante más de 10 años en contra de quien fuera jefe de los servicios de inteligencia de Hugo Chávez, así también lo informa Primer Informe uno de los medios más documentados con el caso.

Es así como la extradición de Hugo Carvajal, está lista y en cualquier momento, estará abordando posiblemente el mismo Jet Gulfstream V del DOJ que trasladó a Alex Saab desde Cabo Verde a los Estados Unidos, en este caso, solo cambiará su itinerario y saldrá desde España. Para Washington, Carvajal «ejercía en los niveles más altos del Gobierno de Venezuela», desde 1999 hasta 2019. Fue en este último año cuando marcó distancia con Maduro.

La agencia estadounidense contra las drogas, la DEA, tiene un minucioso registro de los hechos que vinculan a Carvajal con organizaciones criminales. USA ha compartido las pruebas en contra del general chavista con España. De esa manera, sustentó la petición de extradición.

Sobre los procesos contra “El Pollo” en Estados Unidos, en el caso de la acusación de Nueva York es originalmente del año 2011. En ella Carvajal está señalado por el traslado de 5.600 kilos de cocaína de Venezuela a México. El destino final de esa droga era Estados Unidos.

En 2019 la acusación fue modificada y ampliada con cuatro imputaciones. Carvajal está denunciado por organización delictiva narcoterrorista. Esto es por formar parte del llamado “Cartel de Los Soles”.

La segunda es por organización delictiva introductoria de cocaína por «la manufactura, distribución y posesión de una sustancia prohibida». La tercera acusación es por la posesión de ametralladoras y aparatos destructivos. Eso implica el uso y la tenencia de armas de fuego «capaces de disparar automáticamente más de un tiro, sin necesidad de recargarlas manualmente». Finalmente, le imputan organización delictiva con el fin de poseer ametralladoras y aparatos destructivos.