
El nuevo nombramiento diplomático de l presidente Gustavo Petro desata críticas por falta de méritos. El sindicato de la Cancillería calificó la decisión como una ofensa a la meritocracia.
Barranquilla, 12 de diciembre de 2024.- Es impresentable pero al régimen de Gustavo Petro le parece que es su carta de presentación para designarlo su representante diplomático en Tailandia, que por distante que este ese país, que se olvide que no van a tener claro a que clase de degenerado estaría enviando.
Se trata de Daniel Mendoza, un activista sin trayectoria en el servicio exterior. El nombramiento de este espécimen ha encendido nuevamente la ira de la ciudadanía, incluidos muchos petristas que no entienden las decisiones de su líder político. Es así como la población colombiana le ha dejado sáber a Gustavo Petro que este degenerado no los representa.
Este Daniel Mendoza, que ya de por sí tiene el rechazo completo de la oposición, por la serie Matarife, no solo la falta de experiencia diplomática de Mendoza, sino que su historial público han generado una fuerte reacción en distintos sectores.
El sindicato de la Cancillería, Unidipro, calificó la decisión como una afrenta a la meritocracia, señalando que, nuevamente, se deja de lado la idoneidad profesional para privilegiar intereses políticos. La situación no es aislada pues casos como los de Moisés Ninco Daza en México y Sebastián Guanumen en Chile ya habían suscitado críticas similares, consolidando una percepción de que el gobierno prioriza lealtades por encima de competencias.
La controversia creció en redes sociales, donde usuarios recordaron las publicaciones de Mendoza, conocidas por su tono agresivo, vulgar y violento. Estas características han alimentado dudas sobre su capacidad para representar a Colombia en un contexto diplomático que demanda tacto y sensibilidad intercultural. Además, algunas voces atribuyen su nombramiento a su cercanía con Gustavo Bolívar, director del Departamento para la Prosperidad Social.
En su defensa, Mendoza argumentó que habla inglés y francés, vivió un año en Bangkok y se ha interesado en el budismo. Sin embargo, para los críticos, estos elementos no sustituyen la falta de experiencia y formación diplomática necesaria para ejercer en un país como Tailandia.
Este episodio se suma a una serie de nombramientos controvertidos que han marcado la administración de Petro. Los ciudadanos advierten que este tipo de decisiones podrían dañar la imagen de la diplomacia colombiana y comprometer las relaciones internacionales si la tendencia persiste.