Barranquilla, 24 de marzo de 2019.- El departamento de Estado de los Estados Unidos manifestó su preocupación por el bienestar y la seguridad de todas las personas estadounidenses detenidas en Venezuela, y por los informes de funcionarios de prisiones venezolanas que impiden que los abogados y las familias de los ciudadanos estadounidenses detenidos entreguen alimentos y nieguen la comunicación de rutina. Por ello afirmaron que harán que Maduro y sus funcionarios de la prisión rindan cuentas por su seguridad y bienestar.
Denunció además el Departamento de Estado que “el antiguo régimen de Maduro es incapaz de proporcionar una nutrición adecuada a los detenidos en su sistema penitenciario. Por lo que hizo un llamado a las fuerzas de seguridad y a los funcionarios de prisiones para que permitan que los detenidos de los EE. UU. Reciban asistencia dietética suplementaria a través de sus familiares o abogados, para garantizar que tengan acceso a atención médica y para que estos individuos tengan un proceso judicial justo y transparente.
El caso, al que refiere los Estados Unidos es al de la detención de cinco empleados de CITGO con doble ciudadanía estadounidense en Venezuela, junto con un residente legal permanente de los EE. UU., Por más de un año sin una audiencia programada o algo parecido a un proceso judicial justo y transparente. El departamento de Justicia afirma tener conocimiento de que estas personas detenidas padecen afecciones crónicas de salud relacionadas con su encarcelamiento y tratamiento inhumano.
Denuncia además que en otro caso, las autoridades penitenciarias de Venezuela se negaron a liberar al ciudadano estadounidense Todd Leininger, a pesar de que un tribunal venezolano ordenó su liberación el 5 de noviembre de 2018.
Los leales a Maduro continúan impidiendo que las familias y los abogados de los prisioneros estadounidenses ayuden con el acceso básico de alimentos y medicinas, mientras juegan con su salud mental y su bienestar general.
La seguridad y el bienestar de las personas estadounidenses en el extranjero es una de las prioridades más altas del Departamento de Estado. El Departamento de Estado continúa presionando a las autoridades venezolanas para que garanticen la seguridad y el bienestar de los estadounidenses detenidos en Venezuela.