Pasan los meses y aún no se sale del asombro y la impotencia de lo que está sucediendo en el país desde que asumió el poder un personaje que no está embolatado, según esa acepción colombiana, sino envolatado, absorto en la egolatría, en el clímax que le la producido el poder, quien no estaba preparado personalmente, como tampoco su equipo de ministros para conducir a un país en vía de desarrollo, donde hay tanto por hacer o concretar. El señor Petro, se encontraba cómodo en la poltrona del anarquismo que cambio por la de la oposición, donde todo se critica, pero no producía ni siquiera pensamiento político valioso, porque de ser así, habría escrito algo más allá de una biografía plagada de insensateces y mentiras como lo han comprobado expertos, como haberse otorgado el título de exconstituyente que no lo fue, o grados académicos que nunca logró consolidar por falta de disciplina. Ese es Petro e iguales quienes lo rodean, para vergüenza nacional e internacional.

Sus propuestas son descabelladas, desordenadas, erráticas al igual que sus largos y escasos pelos poco presentables. ¡Qué decir de sus ministritos! No hay con quien. Pero algunos se llevan los mayores galardones de la estupidez, dignos ejemplares para ese antiguo programa de la cámara escondida, porque brillan los desatinos, la incapacidad e ignorancia frente a temas álgidos de cada sector, que en el programa referido causaban hilaridad, pero en este caso concreto de políticas de Estado, producen infinita rabia. El mayor ejemplo de merecimiento al trofeo a la ineptitud lo encarna la señora que conduce el Ministerio de Minas y Energía y no es porque sea mujer, no es por evadir o mejor, atacar el tema de “género”, es que es la viva representación del desconocimiento, la ineptitud, la imprudencia, la ilógica. Zapatero a sus zapatos, que siga filosofando y adoctrinando zombies que en eso si es experta.

Ha generado Petro y la ministra antes referida inseguridad en un sector clave para la economía nacional. Otra mujer, si era por tema de cuotas de mujeres en el poder, podría haber estado en esa cartera ministerial, alguna que conociera temas  para “dummies” del petróleo y la minería, de las necesidades en torno al hidrocarburo que por ahora no puede desecharse y que no solo se usa como combustible para vehículos, también para aviones en donde se montan los progres arribistas para acumular millas, al igual que su ególatra jefe, origen de todas las calamidades. En alguna ocasión afirmé y ahora reafirmo que la señora de marras ni siquiera sabe de las minas de lápices, tampoco su jefe. Ah Petro, incoherente, desea se desarrolle industria aeronáutica, será a base de pepas de aguacate? Tantas incoherencias dicen estos funestos personajes, que cada vez que abren la boca en escenarios nacionales o internacionales, se están convirtiendo en algo así como actores del teatro del absurdo, pero sin cumplir con el cometido de este género.

Además, se aprende en bachillerato que el oro negro como otrora se calificaba, genera no solo combustible, es materia prima para muchos productos que se utilizan en la vida diaria, en los hogares, en la calle, en las industrias manufactureras, etc. Hay que leer, como decía algún personaje de novela.

Antes nos burlábamos de toda la sarta de manifestaciones imbéciles de Maduro, ahora tenemos nuestro propio personaje y sus áulicos, sus clones ideológicos, que dicen barbaridades y desdicen con facilidad impresionante.

Pero además el inquilino del palacio presidencial, que tanto cacareaba y cacarea hoy derechos humanos, como gallina escandalosa que al final no pone huevo, está arrasando y los pone en peligro con sus propuestas de orate, porque una cosa es la discursiva sin bases prácticas y otra distinta la realidad materializada en políticas concretas de sanción y prevención. A manera de ejemplo, propone con la esplendida verborrea de que hace gala, cambiar la economía sobre la base de explotación y venta del petróleo, por el turismo. Por un lado, pretende que Colombia se erija en país que atraiga turismo, al igual que España, por ejemplo, ¿impulsando una verdadera industria sin chimeneas?  A cambio, como necesitamos el energético, importarlo y ya sabemos de dónde. Se le tostaron las neuronas, al igual que a la ministrica y peor cree que se les tostaron a muchos colombianos, incluyendo en este conjunto a los petristas arrepentidos, que ahora guardan el silencio propio de los funerales, porque se está enterrando este país, su democracia, pero primero sepultando la economía. Por el lado de la infraestructura de turismo, muy poca de origen estatal para desarrollar en la misma escala de madre patria. No contamos con turismo histórico, porque poco hay para mostrar; tenemos turismo ecológico, de nuestra naturaleza exuberante y mágica; el turismo en desarrollo y atractivo de cirugías estéticas y oftalmológicas, este último desarrollado con lujo de detalles en Bucaramanga, hotel y clínica propia, vuelos charters, todo un paquete de excelencia, todo por iniciativa privada, pero representando un mínimo en clave de los ingresos para sustituir la economía petrolera, como lo han demostrado expertos.

Pero además somos atracción vergonzosa de turismo sexual y drogas, los “sectores de turismo” muy solicitados por “consumidores” de muchas latitudes. Duele, duele mucho, pero ignorar, pasar de cachete bajito no soluciona el problema y acá es dónde se toca el tema sensible, descuidado, ignorado, de los derechos humanos de mujeres, niños, niñas y adolescentes, no solo en las ciudades costeras, en todo el país, sin que existan políticas de sanción y mucho menos de prevención, a desarrollar por los entes administrativos a nivel nacional o regional. Se escuchan a manera de susurros los casos escabrosos en algunos despachos de la Fiscalía y pare de contar. A veces sale a luz pública por labor de los periodistas la actividad “no santa” de algunos funcionarios estatales participando en los negocitos, pero sin que se vean resultados traducidos en sanciones efectivas y ejemplarizantes. Entre tanto desafiantes campean todas las conductas descritas en el Libro Segundo, Título IV “Delitos contra la libertad, integridad y formación sexuales”, especialmente el capítulo sobre el proxenetismo parece que es ignorado, pasando por la inducción a la prostitución y el delito concreto del “turismo sexual”. Sin duda alguna el inquilino de la Casa de Nariño no ha aterrizado en este tema, como no lo ha hecho en otros tantos, porque carece de verdaderos y expertos asesores. Tanto saca a lucir las bondades del Sistema Interamericano, se le llena la boca, pero desconoce que la Corte Interamericana ha condenado a Estados por la carencia de políticas criminales de prevención y sanción de actos delictivos contra la libertad sexual focalizados en la población víctima, es decir en las mujeres y niños. Así que, con él, se aplica aquello de que “del dicho al hecho hay mucho trecho”, refrán que le da la talla exacta.

El genio del galimatías también ha tenido la lúcida idea, la más genial, para acabar la delincuencia, en todas sus expresiones, obvio eliminando el terrorismo en primer lugar y finalizar derogando el catálogo de penas y delitos que es el muro de contención para evitar la catástrofe de muchos derechos humanos: acabar con la delincuencia, desapareciendo los delitos del ordenamiento jurídico…vaya genio!.