Barranquilla, 9 de noviembre de 2018.- Los perjudicados la población civil trabajadora, los centros de comercio y la Policía Nacional fueron las víctimas de los presuntos estudiantes que este jueves en horas de la tarde y hasta entrada la noche salieron a marchar durante varias horas, especialmente en Bogotá, Pasto y Bucaramanga donde las marchas infiltradas por encapuchados que aprovecharon para generar el caos y violencia y ataques terroristas como la bomba incendiaria que le fue lanzada a uniformados de la Polícia en las instalaciones de RCN Radio en Bogotá.
Más de tres horas estuvo el Transmilenio, transporte masivo de la capital de la república paralizado por lo que a los ciudadanos en medio del peligro de las calles y vías, les tocó bajarse de los vehículos y llegar a su casa a pie, en caminatas de centenas de cuadras que tuvieron que hacer durante más de dos horas, no importó si eran menores de edad, mujeres con bebés en sus brazos, personas en condición de discapacidad, o trabajadores que nada tienen que ver con la rebeldía y violencia de los protagonistas de las marchas,. y de los no violentos que permiten las infiltraciones, reclamaron muchos de los afectados.
Las vías más afectadas en Bogotá fueron las calles 100, 72, 6ta, 45 39, 13, 63, carreras 30, 10a y 6ta fueron el pánico para quienes se movilizaban por esas avenidas luego de un día de arduo trabajo y de regreso a su casa se encuentran con estas manifestaciones y disturbios en varios puntos de Bogotá, creando estos trancones quedando miles de personas estancadas en 12 estaciones de varias troncales de Transmilenio. Casi al finalizar con la intervención del Esmad de la Policía en la Autopista Norte con calle 100 en Bogotá, le tocó a las autoridades usar la fuerza y al parecer se sintieron ruidos que podrían calificarse como tiros al aire, o el uso por parte de los violentos de armas, por lo que las vías empezaron a descongestionarse pasadas las 10 de la noche de este jueves.
Así mismo un agente identificado como el patrullero Óscar Ballesteros, resultó herido, convirtiéndose la Policía en víctima de los mismos a quienes protege, a raíz del grave ataque con fuego ocurrido en Bogotá.
En Popayán la violencia y los disturbios de las marchas de los que presuntamente serían estudiantes no se hizo esperar, y destruyeron las afueras de las oficinas del Icetex.
En la Universidad del Valle en la ciudad de Cali, se presentó bloqueo con los encapuchados que sembraron el pánico en la 16 con 100.
En Nariño, la Gobernación fue asediada por los que se dijeron estudiante creando el caos en las afueras, y ante la perplejidad de quienes les tocaba tomar ese sendero para dirigirse a sus casas.
En la Universidad de Santander la situación de violencia que se presentó y la confrontación por parte del Esmad de la Policía, provocó que los que se decían estudiantes tuvieran que salir como terroristas vencidos con los brazos arriba, entregándose pero con la excusa de que al interior de la Universidad había niños, y discapacitados, algo verdaderamente descabellado.
“Qué podrían estar haciendo niños y discapacitados a esa hora y en esas circunstancias al interior de la Universidad? Al menos que hayan sido utilizados como escudos humanos”, cuestionó y manifestó un padre visiblemente molesto buscando a su hijo a raíz de la violenta situación presentada.
Así mismo ha llamado poderosamente la atención que al interior de las marchas se presenten banderas de los grupos de homosexuales, como si se tratara de protestas de estas organizaciones, que nada tienen que ver con los reclamos que hacen los estudiantes, al igual que las acciones terroristas que se presentaron en estas dos últimas marchas que se han llevado a cabo luego de dos meses de protestas, y que según los violentos planes volverían a marchar el próximo 15 de noviembre.
La situación de violencia tuvo respuesta por parte del Ministro de Defensa quien señaló que: “Intentar quemar vivo a un ser humano es un delito. El derecho fundamental a la manifestación pacífica se respeta pero también debe respetarse al servidor público. Propongo aumentar la condena por este delito hasta en una tercera parte. Vamos a ir tras ellos”.
Algunos de estos grupos de manifestantes de las universidades públicas se han autoproclamado como “Movimiento Jaime Bateman Cayón”, el mismo nombre de quien fue en el siglo pasado líder del M19. Estos sujetos que se hacen pasar por estudiantes, elaboran papas explosivas justificando la violencia y el terrorismo con el argumento de que vuelven a la “Fiesta que es la Revolución como Movimiento Jaime Bateman Cayón, utilizando las papas explosivas en la protesta social porque esta tiene distintas modalidades, y una de estas modalidades es la Acción Colectiva Violenta”.