GOBIERNO

Barranquilla, 29 de febrero de 2024.- Hasta que tuvo que salir el secretario de Transparencia de la Presidencia de la República, Andrés Idárraga, a poner la cara, porque creen que con eso apagan el fuego y cubren los escándalos de la permanente corrupción del régimen de Gustavo Petro, que esta vez se aprovecharon de la sed que padecen los indígenas de La Guajira. Pero que en la semana que va, aún está vivito el del Canciller Luis Gilberto Murillo condenado e impedido para ocupar cargos públicos. Y ni que decir de Guanumen embajador, y los que vienen de la semana anterior, Álvaro Leyva, Benedetti, Laura Sarabia, mismo Petro, en fin…

Pero es así como en este más reciente, Andrés Idárraga secretario de Transparencia, anunció que interpuso una denuncia contra los propios funcionarios del régimen de extrema izquierda, liderados por el cabecilla Olmedo López, que tenía al frente de la UNGRD, para que responda por delitos de peculado contra la administración publica, ante Procuraduría y Contraloría, respectivamente.

Las denuncias también se extienden contra los subdirectores, Víctor Andrés Meza, y Esneider Pinilla López, y contra los tres contratistas, de las empresas participantes en el entramado de corrupción, Impoamericana Rogers SAS, Luket S.A.S y Brand S.A.S. contra las que también interpuso ante la Fiscalía General de la Nación, porque según las profundizaciones que logró hacer luego de las denuncias de la W Radio, en los hechos que se presentaron logró establecer que si existen grupos de empresarios que se pusieron se acuerdo para hacerse a la contratación directa utilizando 6 empresas, en las que coincidían e intercambiaban los mismos representantes legales y suplentes, además de los mismos revisores fiscales y contadores, es así como se pusieron de acuerdo para presentar las ofertas con los mismos costos comparativos relativamente.

El delito de peculado estaría configurado en los más de 20 mil millones por los sobrecostos en la compra de los 40 carrotanques, cada uno pagado por la suma de 1.170 millones para un total de 46 mil millones de pesos por los 40 carrotanques. Siendo el valor de cada tanque de 554 millones de pesos, más el tanque 110 millones por lo que el costo real sería de 770 millones, siendo el sobrecosto de más de 500 millones de pesos.

Los sobrecostos abarcaban una póliza de cada vehículo que fue cotizada por más de 80 millones de pesos, 8 veces más del valor real, que es de 12 millones de pesos. Así también 10 millones de pesos de un falso ensamblaje, al que le sumaban igualmente un falso mantenimiento de los vehículos nuevos por 56 millones de pesos, cuando realmente esto no alcanzarán el millón de pesos porque precisamente se trata de vehículos nuevos. Una abrazadera de 4 mil pesos cotizada por no sé cuántos millones de pesos más. Inscripción de los vehículos en el Transito de la Guajira, más impuestos de 963 millones más IVA, y pare de contar todo lo que pusieron a las cotizaciones para hacerse al botín los ladrones de cuello blanco incrustados con sus brazos en las entidades públicas y sus otras extremidades con los contratistas afuera, según las investigaciones que logró hacer la W Radio, y que a la final fue lo que llevó al secretario de Transparencia a interponer la denuncia.

Otra de las evidencias de la espuria contratación es la sede de la oficina de la empresa Impoamericana Rogers SAS, empresa a través de la cual la UNGRD adquirió 40 carrotanques, que supuestamente está ubicada en la ciudad de Cúcuta, Norte de Santander, es una vivienda deshabitada hace más de un año. Otra de las perlas es que nunca en su vida habían tenido una factura electrónica, por lo que la factura con la que cobran los 46 mil millones de pesos es la factura número 01.

La empresa vendedora de los carrotanques tiene como representante legal, a un joven que muy seguramente utilizaron de gancho ciego, identificado como Rogerd Alexander un estudiante de veterinaria de 25 años de la Universidad Nacional, quien registra es con un simple negocio de ferretería.

En conclusión, la empresa Impoamericana Rogers SAS, la que le vendió los carrotanques a la UNGR por $46 mil millones, es una empresa fantasma, no tiene las condiciones que presentó, registró como domicilio comercial una dirección en Cúcuta en la que no existe ninguna empresa, además de todo lo anterior ya denunciado.