Comentarios al aire y por si acaso.
Uno nunca acaba de aprender las lecciones que nos enseña el transcurrir de la vida, sabiendo de antemano, que no todos en la tierra somos iguales. Que vivimos entre sanos y perversos. “Entre la virtud y el defecto” Siempre he clasificado al ser humano, en tres especies de individuos. Uno: aquellos seres POBRES que, con alma grande, terminan siendo muy ricos, sin tener nada material, es decir un solo peso, porque los diferencia su humildad y temor a Dios que los hace grandes.
Dos: Están los seres RICOS, tapados en dinero, pero con apariencia de seres humanos, con un alma robótica: Son insensibles al dolor de la pobreza. No les duele el dolor ajeno, solo el propio. Brillan con aparente luz propia, pero que se opacan en cualquier momento por las sorpresas que da la vida. No son eternos.
Tres. Los que tienen sangre de gasolina, corazón de carburador, y amor por las cuatro ruedas. Esos son los seres vampiros, tiranos, dictadores, caligulescos, que viven chupándole la sangre al pueblo; bien sean ricos sanos o, pobres humildes. Los explotan mediante un discurso engañoso, condimentado con sazones ponzoñosas que están llenas de odio, rencor, resentimientos. Son tan ruines pero hábiles, que disfrazan la mierda de caramelo, para regalarla como la panacea de la reivindicación social. Son seres de esencia pervertida que los domina la inclinación por el chantaje y el atraco, modalidad para destruir la verdad y darle paso, visa, a la impunidad. Estos tipos jamás han creado una sola empresa pero si muchísimas asociaciones para delinquir. Nacieron con la capacidad y genialidad muy habilidosa para chuparle al rico lo que tienen por su punto débil, sea dinero bien o mal habido, como lo hizo ese mismo rico, cuando era pobre, y el dinero lo volvió tirano. Digresión: Ser rico no es malo, lo grave es decrecer en la grandeza espiritual para ahogarse en la arrogancia de un poder que está sujeto a las contingencias o imponderables de tenerlos hoy y mañana no. Cuando el rico se deshumaniza es un peligro, porque siempre sufre de hambre, de avaricia, que los vuelve asquerosos, airosos, falsos y peligrosos con ferocidad de salvajes felinos. Cuando el rico, es de principios no lo doblega el poder de un gobierno, aunque suelten al aire sutiles amenazas, las que se pueden reversar contra quien las lanza.
Modalidades del silenciamiento.
Como en otros momentos de largos años a la fecha, ha funcionado el secuestro y la pesca milagrosa, pero hoy la hay de salón, es decir, no de las carreteras, pero si a través de una presión psicológica que se dicen en mensajes, trinos o cartas, de manera subliminales, en que ponen al poderoso del billete, en posición de enema, para que cumpla una orden del atracador de cuello blanco saco y corbata, de lo contrario queda sin protección la vida, bienes y riqueza, no honra, a cambio de encubrir la verdad.
A ese extremo ha llegado Colombia, en que lo más sublime que le da soporte al espíritu de las leyes en un estado de derecho, es que, el concepto de VERDAD se tenga como SUBLIME para el establecimiento de la justicia y la equidad sean creíbles y respetables. Cuando al juez, al fiscal, al procurador, al testigo, o a la PRESNA, los callan o los presionan para que no digan la verdad, la nación entra en su estado más crítico, y deplorable. Razones más que suficientes, para que el pueblo y sus fuerzas armadas, policiales y reservistas, se hagan sentir. Colombianos: ALEA IACTA EST. ¿La enfrentas, o huyes? La suerte, está echada, paremia, que te pone a elegir entre el bien y el mal. -Tú decides. –
Toronto Canadá
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