En julio de 2016, el presidente JM Santos intentó hacer entrar a Colombia 500 militares extranjeros, de 14 países, incluyendo 50 cubanos, con la disculpa de que ellos vendrían a “verificar” el cumplimiento de los acuerdos de paz con las FARC, como si la entrada de militares extranjeros a Colombia fuera la cosa más legal y normal del mundo y la más útil para estabilizar su vergonzosa capitulación ante las FARC. Santos contó con el apoyo de Jean Arnault, jefe de la misión de verificación de Naciones Unidas en Colombia. Por fortuna, ese proyecto fracasó. El expresidente y en ese entonces senador Álvaro Uribe y algunos parlamentarios del Centro Democrático rechazaron esa pretendida “decisión” del señor Santos y de Jean Arnault. Yo fui de los que escribió artículos de fondo contra esa entrada de tropas extranjeras (1).
¿El presidente Gustavo Petro intenta hacer algo parecido ahora? Tengo la impresión de que la declaración de este 13 de mayo, falsamente ingenua, de la senadora comunista Clara López Obregón, del Pacto Histórico, debe ser el comienzo de la ambientación mediática de una operación similar a la de Santos para dejar entrar a Colombia militares y agentes extranjeros disfrazados de médicos exportables cubanos y venezolanos.
Clara López dice que Colombia ha recibido “solicitudes” (no dice de quién ni cuándo) de “convalidar títulos de los médicos cubanos y venezolanos”, para que “puedan ejercer en nuestro país”. Ella no da cifras de cuántos “médicos” de esos dos países quieren entrar a Colombia para ocuparse de los colombianos, ni de qué manera eso afectaría a los galenos colombianos que ejercen en Colombia.
La prensa se ha ocupado poco de tan opaco anuncio de la senadora petrista. Sin embargo, esa iniciativa, lanzada probablemente por La Habana, reabre el tema de los médicos exportables de Cuba y del desastre social que ello causa en Cuba. La burocracia cubana se lucra de manera escandalosa e inmoral con esa exportación de médicos (algunos no son más que espías, militares y agitadores castristas disfrazados de médicos) mientras que la población cubana está cada vez peor de salud por falta de médicos, técnicos y científicos y por la penuria de medicamentos. La Habana se roba entre el 75% y el 90% de los salarios en divisas de esos médicos. Por eso ellos son llamados médicos-esclavos. Lo dice la misma ONU y la Ong americana HRW.
Colaborar con ese maléfico programa de “médicos comunitarios”, dejar entrar personal embarcado en programas arreglados en esas condiciones por dos dictaduras criminales, para enviarlos “a las comunidades más pobres del país”, es colaborar con un sistema esclavista moderno, peligroso para la seguridad de Colombia y humillante para los médicos colombianos.
Ese anuncio de Clara López, respaldado, según ella, por el senador petrista Robert Daza Guevara, quien fue acusado por las autoridades en 2020 de hacer parte del Ejército de Liberación Nacional (ELN), confirma que las reformas del gobierno de Petro son operaciones perversas destinadas a realizar robos masivos del presupuesto nacional colombiano y que todos los ministerios están siendo saqueados. Significa, además, que los dineros de la salud en Colombia podrían ir a parar masivamente a Cuba, para pagar deudas políticas de Petro con esas dos dictaduras. Aceptar que Colombia deje entrar los médicos-esclavos de Cuba y de Venezuela para que éstos agudicen más la crisis provocada por Petro a los servicios de salud y hospitalarios de Colombia sería capitular ante esas dictaduras que le han hecho tanto daño a Colombia.
(1).- Ver mi artículo: Non à l’arrivée de troupes étrangères en Colombie !
https://www.periodismosinfronteras.org/fr/non-a-larrivee-de-troupes-etrangeres-en-colombie-2.html