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Palmicultores solicitan al Gobierno, responder por su seguridad física y jurídica, mejorar infraestructura vial, flexibilizar jornada laboral e impulsar al biodiésel, entre otras demandas

“Actualmente, el aceite de palma participa con 64 % del mercado total de aceites y grasas del país y el sector, pero con una producción creciente (8,5% enero a julio de 2020) y una economía que está mirando a su interior, es el momento de promover el consumo y la compra del aceite de palma, el de los colombianos, en el país” manifestó María del Pilar Pedreira González, Presidente de la Junta Directiva de Fedepalma. 

Por medio del compromiso de incluir el aceite de palma en las compras públicas, impulsar y renovar el programa de biocombustibles y establecer reglas justas para la comercialización del aceite en las ventas nacionales, el Gobierno daría un gran apoyo a este sector altamente formal y generador de empleo en el campo.  

Barranquilla, 4 de septiembre de 2020.- La agroindustria de la palma de aceite en Colombia está presente en 162 municipios de 21 departamentos y para  2019, alcanzó la cifra de $3.1 billones en ventas, aportando 4,9 % del PIB agropecuario de la nación. Es un sector con una tasa de formalidad de 82 %, representada en los 188.000 empleos rurales directos e indirectos que genera.

Es el único aceite que se produce en el país a escala agroindustrial, toda vez que en la producción nacional 90 % de los aceites y grasas provienen de la palma de aceite.

“Tenemos suficiente producción de aceite para suplir la demanda nacional: la producción actual se destina en 26 % al mercado tradicional, 28 % al de biocombustibles y 46 % de los excedentes se exportan”, precisó María del Pilar Pedreira González, presidente de la Junta Directiva de Fedepalma, durante el Congreso Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite 2020 que se realiza actualmente de manera virtual.

Continuó diciendo que “hoy, el aceite de palma participa con el 64% del mercado total de aceites y grasas del país. Adicionalmente, contribuye con empleo formal y digno para la ruralidad, ya que por cada 10 hectáreas sembradas de palma de aceite se generan  3,3 empleos y es un cultivo altamente inclusivo: 85 % de los productores son de pequeña escala”.

Pedreira González manifestó que al ser parte de la cadena de suministro, el gremio de los palmicultores ha trabajado por garantizar la seguridad alimentaria y se proyecta como un protagonista para lograr la reactivación económica del país.

Fue enfática en afirmar que la palmicultura es una apuesta consolidada para el país y que no se trata de un discurso. “La palma de aceite es acción. Son hechos. El sector agropecuario en general, le ha cumplido a los colombianos y con todos los protocolos de bioseguridad. El sector palmero contó desde las primeras semanas con los debidos protocolos, y gracias a Fedepalma y Cenipalma está en marcha un Plan Gremial para la Mitigación del Covid 19”.

“Este es uno de los sectores que continúa su tendencia a crecer; entre 2019 y 2020, en el periodo de enero a julio, ha tenido un crecimiento en la producción de 8,5 %”, aseguró.

“Es así como los empresarios y la institucionalidad han demostrado de lo que son capaces, pero para aprovechar ese potencial, acelerar el crecimiento, la productividad y ampliar los beneficios en la población rural, es necesario contar con el apoyo del Gobierno Nacional”, señaló la directiva, al tiempo que presentó ante el Presidente de la República, Iván Duque Márquez, una serie de peticiones, de vital importancia para el agro en general y los palmeros, en particular.

Las principales demandas al Gobierno  

Pedreira González estimó que “en lo que se refiere al agro en  el país, se requiere de seguridad física y jurídica. Sin claridad sobre la propiedad de la tierra, Colombia no logrará explotar su potencial agrícola, que requiere altas inversiones a gran escala para convertirse en un actor de talla mundial”.

“Se debe adelantar una reforma laboral que reconozca las diferencias del trabajo rural, flexibilice su régimen y promueva una acelerada formalización”, indicó la directiva.

Señaló que siendo el objetivo impulsar la productividad, se solicitan ajustes en la infraestructura, con oportunidad, los cuales se requieren desde las vías terciarias hasta la adecuación de tierras con riego y drenaje que impulsen la productividad.

“Teniendo en cuenta la anterior demanda como un factor prioritario para todos aquellos que participan de la cadena alimentaria, la agroindustria de la palma de aceite complementa estas solicitudes con los siguientes aspectos:” enumeró María del Pilar Pedreira.

Fortalecer mercados internos para la reactivación económica y fomentar el empleo

La Presidente de la Junta Directiva de Fedepalma consideró que para que haya una estabilización de las ventas en el mercado nacional, es necesario que existan reglas claras y justas para todos como la universalización de las operaciones.

“Generar un nuevo impulso al programa de biodiésel, con base en lo que están haciendo los demás países productores, por ejemplo: Malasia tiene una mezcla del B20 e Indonesia del B30 y está haciendo pruebas para B40. También hay un respaldo a la nueva generación de combustibles renovables, como el Green Diesel (HVO) que ya supera 8 % de la producción de biodiésel mundial”, puntualizó.

Expresó que en este sentido, se requiere de un marco regulatorio que permita que sea la demanda quien mueva estos temas, como en Brasil que los vehículos son híbridos y son los consumidores quienes han generado esta necesidad.

“El Estado podría ahondar en las compras públicas, disminuyendo el número de productos importados. Son cerca de 35.000 toneladas de aceite saludable que se consumirían internamente, que adicionalmente, aportarían a la batalla contra la desnutrición”, manifestó.

Pedreira González planteó que se debe lograr que los compradores colombianos -los consumidores, la industria y el Estado – también reconozcan y paguen las bondades del aceite de palma sostenible de Colombia.

Consolidar origen del aceite de palma colombiano como único y diferenciado

La empresaria comentó que la producción nacional seguirá teniendo excedentes y que 62 % de las exportaciones totales, más de 300 MM de USD, van a la Unión Europea, lo cual se logra a través de la generación de mejores condiciones para su desarrollo y para la promoción del aceite de palma sostenible en Colombia.

Expuso que con el ánimo de consolidar al mercado de la palma de aceite, se debe impulsar que los compradores nacionales e internacionales prefieran firmar contratos de largo plazo para el aceite de palma colombiano sostenible, único y diferenciado.

“Espero que estas solicitudes del sector palmicultor sean tenidas en cuenta por parte de la actual administración e implementadas en su mayoría, con miras a continuar fortaleciendo al sector rural, contribuir al crecimiento del país y a la promoción de un producto elaborado 100 % en Colombia” concluyó la directiva.

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