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Lafaurie insite en cuestionar si lo que el ELN busca es una escalada de secuestros y violencia

El presidente ejecutivo de Fedegán e integrante del equipo negociador del gobierno con el ELN insistió en que tantos pendientes ponen el proceso en un “punto ciego”. “Así se lo manifesté al presidente Petro para que considere una eventual suspensión por parte del Gobierno, no impuesta por el ELN, hasta despejar los obstáculos a las negociaciones”, dijo.

También reveló que la ONU tiene en el país más de 100 personas dedicadas a las labores de verificación e identificación de los incidentes del cese al fuego. “Eso cuesta mucho dinero de los impuestos de los colombianos, pero el mecanismo no está funcionando y es saboteado por el ELN”, afirmó.

Valledupar, 7 de agosto de 2024.- “Yo soy partidario de hacer un alto en el camino. Creo que es necesario sentarse a hablar con el ELN con mucha honestidad. Si ellos no aceptan, entonces el gobierno tomará las decisiones del caso”.

Con estas palabras, el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, manifestó en medios de comunicación su postura con respecto a la compleja situación que se está presentando en la actualidad en los diálogos de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

“A mí no me gusta nunca terminar calificando las cosas entre optimista o pesimista por una razón fundamental: me atengo a los hechos. Yo soy de los que cree que por sus frutos los conoceréis. En consecuencia, hay una serie de hechos que van marcando unas pautas”, indicó.

El también integrante del equipo negociador del gobierno en la Mesa de Diálogo con el ELN expresó que prefiere creer que esto tiene que llevar al ELN a entender que detrás de Vera Grabe o de Otty Patiño, de Iván Cepeda o de una delegación hay una sociedad que está con la expectativa de que haya hechos que realmente conduzcan a una negociación válida.

Proceso congelado y sin cese al fuego

En su más reciente columna de opinión, recordó que vencido el plazo del 3 de agosto para una segunda renovación del cese al fuego con el ELN, la situación se complicó, porque el proceso, que logró 28 acuerdos suscritos y llegó al séptimo ciclo de diálogos en Caracas en el mes de mayo, desde entonces está congelado por el ELN, que acusa al Gobierno de perfidia por adelantar negociaciones separadas con el frente disidente “Comuneros del Sur” en Nariño.

“Así las cosas, las negociaciones están en un callejón sin salida, pues el ELN acusa a la contraparte de romper la bilateralidad, como ya lo hizo en enero de 2023, cuando el Gobierno pretendió meter al ELN en el mismo costal con otros grupos ilegales y declaró por decreto el cese al fuego, pulso que ganaron los elenos con la derogación del decreto”, manifestó en su escrito titulado “En el punto ciego”.

El alto ejecutivo afirmó que ante la crisis, diferentes sectores han exhortado a la Mesa de Negociaciones a lograr una reunión extraordinaria que permita concertar la prórroga. Sin embargo, no es apenas un asunto logístico, sino de los muchos pendientes que están sobre la Mesa para acordar una prórroga que no sea más que una claudicación gubernamental para “sostener la caña”:

Primero: no es un asunto menor la compleja situación interna de Venezuela, uno de los principales países garantes. Lo aconsejable es esperar a que haya claridad sobre su situación política.

Segundo: el Sexto Congreso del ELN se realizó en junio y había expectativas sobre sus pronunciamientos para superar la crisis, pero no dio luz alguna. Más allá de la retórica “voluntad de paz” de siempre, acompañada de los mismos cuestionamientos y la ratificación de la continuidad de la lucha armada, guardó silencio sobre el secuestro, las extorsiones, los hostigamientos a la población y la violación sistemática de los DD. HH. en las regiones donde ejercen control territorial para proteger rentas ilícitas.

Tercero: congeladas las negociaciones, también lo está el Mecanismo de Monitoreo y Verificación, sin el cual el cese al fuego es una burla. De Hecho, el MMV ha sido saboteado por el ELN desde octubre de 2023, con cientos de casos de incumplimientos sin evaluar y sin pronunciamiento de la Misión de la ONU, su vocero oficial.

En declaraciones a medios, Lafaurie Rivera reveló que la ONU tiene en el país más de 100 personas tratando de verificar e identificar los incidentes del cese al fuego. “Eso cuesta mucho dinero de los impuestos de los colombianos, pero el mecanismo no está funcionando y es saboteado por el ELN”.

Cuarto: la situación es dramática en los territorios, pues la condición actual de “cese al fuego” no se compadece con la realidad de violencia desbordada. Sigue pendiente la situación de los secuestros en Arauca y la eventual responsabilidad del ELN en el cierre, por extorsión sostenida, de la extractora de aceite de Palma en el Catatumbo, que compromete miles de empleos, como se evidenció en una marcha multitudinaria en Tibú, una región que lucha por sacudirse la maldición del narcotráfico.

La lógica del terror

El dirigente gremial planteó varios interrogantes en el escenario que se está viviendo en la actualidad de suspensión de negociaciones y de cese al fuego: ¿qué hará el ELN el 4 de agosto? ¿Acaso soportaremos una escalada de secuestros y violencia?, ¿acaso es eso lo que buscan?

Sostuvo que lo que quiere el ELN es aplicar la “lógica del terror” para mandar un mensaje muy duro al gobierno y a la sociedad sin darse cuenta de que al margen de lo que el gobierno pueda hacer, la sociedad, que es el juez natural de cualquier proceso de esta naturaleza, estará haciendo una contabilidad negativa de ese tipo de hechos.

Y anotó que las FF. AA. están advertidas de la “lógica del terror” con la que pretenden ablandar al gobierno y a la sociedad. “Si el cese al fuego termina, pues terminó. Tenemos una Fuerza Pública que está advertida, tiene la obligación de proteger a los colombianos y guerra avisada no mata a soldado. El país tiene que estar preparado, especialmente la Fuerza Pública y la delegación del gobierno, bajo las instrucciones del presidente, deberá tener un espacio para evaluar la situación”, dijo en entrevistas a medios de todo el país.

¿Con cuál ELN se está negociando?

El presidente ejecutivo de Fedegán expuso su gran preocupación: existe una dicotomía entre la actitud de los negociadores del ELN, con disposición de diálogo en medio de grandes diferencias, y los pronunciamientos de su Sexto Congreso, duros, belicistas y totalmente mudos sobre los compromisos que la Mesa y el país esperan para lograr las transformaciones que lo conduzcan a la paz. ¿Con cuál ELN estamos negociando para salir del punto ciego?

Y declaró que cuando se abran nuevamente los espacios de conversación con esa guerrilla será necesario hacerlo con mucha claridad: Venezuela, ¿qué sucedió en el VI Congreso? y si va a cumplir o no lo acordado en cada uno de los 28 acuerdos firmados, entre ellos el no secuestro de los colombianos.

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