Barranquilla, 19 de octubre de 2024.- No son los ganaderos los que han amenazado el desarrollo de la COP16, son los grupos narcotraficantes y terroristas que cultivan coca y deforestan la Amazonía. Son las mismas GAO que instrumentalizan a la población contra la Fuerza Pública. ¿Por qué el Ministerio de Minas no impulsa una campaña contra el narcotráfico que envenena el pulmón del mundo?
A los ataques permanentes del gobierno contra la industria de los hidrocarburos, ha sumado otro enemigo como parte de su activismo: la ganadería, con una campaña de estigmatización desde el Ministerio de Minas. A la publicidad engañosa emanada desde una cartera ministerial, el presidente ejecutivo de Fedegán, José Félix Lafaurie Rivera, decidió responder.
“Es inadmisible que el Ministerio de Minas y Energía lance una campaña de ‘publicidad negra’, acusando a la ganadería de la deforestación amazónica y de generar el 18 % de los Gases Efecto Invernadero, GEI, para rematar con un consejo: ¿Realmente necesitas comer carne todos los días?”, cuestionó en su columna semanal.
https://x.com/jflafaurie/status/1847667893078470771
Publicidad engañosa desde el Ministerio de Minas
El alto ejecutivo le respondió a esa cartera con un amplio análisis sobre los aportes de la ganadería a la naturaleza y aclaró las falsedades que se han repetido en diversos escenarios y que son publicadas sin mayor análisis:
– Se le olvida al Ministerio que más de 600.000 ganaderos, en medio del abandono y la violencia, producen carne para alimentar al país y venderle al mundo, y que su “consejito” representaría la quiebra y la pobreza de muchos.
– No tiene en cuenta que esos parches de selva talada son la negación de la ganadería como actividad económica. ¿A quién le vendo la leche?, ¿cómo llevo el ganado a sacrificio? Ni el Ministerio, ni el gobierno, ni el país, parecen reconocer que la selva está siendo talada por el narcotráfico y que meter vacas en esos parches -eso no es ganadería- es una manera de lavar el delito y desviar la mira del verdadero culpable de la deforestación.
– No se preocupó el Ministerio por informarse, y habría sabido que, según la FAO, TODOS los sistemas pecuarios representan alrededor del 12 % de las emisiones de GEI, y la ganadería bovina el 62 % de ese 12 %, lo que equivale al 7,44 %, pero si se trata solo de “las culpas de la vaca”, habría que descontar más, pues esa cifra incluye emisiones de otras actividades en finca y del encadenamiento posterior, como la producción de alimentos y el transporte.
– El Ministerio de Minas desconoce que el sector ganadero es de los pocos que puede captar más carbono del que emite, a partir de ganadería sostenible con Sistemas Silvopastoriles, “algo que conozco por experiencia y que invito al ministro de Minas a conocer, en una finca en el Cesar que, al capturar 7 toneladas de carbono hectárea/año, no es siquiera neutra, sino negativa en emisiones de GEI”, manifestó Lafaurie Rivera.
– El ministro de Minas no sabe que la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán) ostenta, desde hace más de 15 años, una posición destacada en el desarrollo de sistemas ganaderos sostenibles; y que le hemos pedido apoyo a los gobiernos para establecer un millón de hectáreas en sistemas silvopastoriles, lo que representaría una verdadera revolución ganadera y ambiental.
Menos activismo, menos discursos y más hechos
El presidente ejecutivo de Fedegán le preguntó al ministro de Minas y a todo el gobierno: ¿cuándo hacemos la primera hectárea de sistemas silvopastoriles ganaderos para beneficiarios de reforma agraria? ¿Cuándo pasamos del activismo a las soluciones que transforman vidas y territorios?
Recordó que actualmente estamos en ambiente de “medio ambiente”: en agosto, la Corte Constitucional bendijo el Acuerdo de Escazú, sobredimensionado en sus bondades y subestimado en sus peligros. Recientemente se firmó el decreto que convierte a comunidades indígenas en autoridades ambientales en sus territorios -son los mayores terratenientes del país-, y cerraremos con la Conferencia de las Partes (COP16) bajo el lema de “Paz con la naturaleza”.
Y concluyó con este claro mensaje al gobierno Petro: menos activismo y más política pública.
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Menos activismo y más política pública. Por: José Félix Lafaurie