
Todo parece indicar que a muchos colombianos se les ha olvidado que los narcoterroristas FARC son responsables de miles de delitos considerados crímenes de lesa humanidad en sus décadas de violencia contra el país. Gran parte de medios de comunicación y “periodistas” los venden como protagonistas de una aventura romántica e idealista, luchadores por el bien común y la igualdad social; así los presentan ahora, lo grave es como muchos realmente se lo creen. No de otra forma se explica que haya tantos (en especial jóvenes) que los ven y tratan como vedettes, emocionados se toman selfies con ellos, usan prendas con sus imágenes, etc.
Fueron muchos los crímenes de lesa humanidad cometidos por FARC, uno especialmente grave y de los que pocos que se ha profundizado: Delitos contra menores, su reclutamiento forzoso (es decir, secuestro), su entrenamiento y uso como combatientes, hacerlos esclavos sexuales, que muchas hayan sido obligadas a abortar después de que sus jefes las embarazaran. Fue una práctica sistemática y permanente por parte de esa organización. Grave que para firmar el narco acuerdo Santos – FARC estos delitos fueron ocultados por las FARC, por el gobierno Santos, por quienes lo apoyaron y por la ONU; cuyo representante en Colombia jamás exigió la liberación de los menores. Muchos recordamos la forma burlesca en que el expresidente Cesar Gaviria, ante la pregunta de un periodista por el tema de los menores en el acuerdo, suelta una carcajada para decir que no sabe cómo se embolató el tema de la devolución de los niños, como si fuera chiste. Anteriormente escribí como las FARC durante la negociación en La Habana reclutaron menores (en ese lapso fueron más de 1500) y que extrañamente al finalizar el proceso solamente 120 o130 fueron entregados. Sobre el resto poco se quiso profundizar, lo ocultaron para no afectar el proceso; se necesitaba la firma como requisito para el Nobel de paz. La suerte de miles de menores no fue relevante para FARC, Juan M Santos o para la ONU; según Herbin Hoyos cientos de ellos fueron fusilados y desaparecidos.
Gracias a la investigación rigurosa y muy bien documentada del periodista Herbin Hoyos se ha conocido recientemente la realidad de este abominable crimen, confirmando que fue una práctica sistemática y por décadas de las FARC; que fueron miles los menores reclutados a la fuerza, que cientos de ellos fueron asesinados y desaparecidos por las FARC; temas sobre lo cual lastimosamente poco se habla en los medios de comunicación colombianos tan comprometidos con el narco acuerdo Santos Farc, al punto de invisibilizar uno de los más graves crímenes de lesa humanidad. Tuve la oportunidad de asistir a una presentación resumida de la investigación (poco más de 30 minutos, la presentación total es mayor a dos horas), las imágenes son estremecedoras: Niños y niñas de 8,10 o 12 años reclutados obligadamente, cargando fusiles a veces más grandes que ellos, imágenes de pornografía infantil, “profesores” miembros de las FARC que hacían reclutamientos, fotos de algunos de los menores fusilados por las FARC. Mayor crueldad imposible, pensar que los responsables hoy están libres e impunes, cínicamente osan hablar en defensa de la niñez y en contra de crímenes sexuales; incluso para algunos son prohombres y modelos a seguir. ¿Así o más absurdo?
Lastimosamente lo sucedido frente al tema en la JEP (el tribunal creado por las propias FARC) por parte de algunos de los miembros de esa organización que han acudido indica que es poco lo que se puede esperar sobre una verdadera justicia por dichos crímenes; pese a las contundentes evidencias (muchas de ellas entregadas por la Fiscalía) y testimonios de decenas de víctimas (en especial las jóvenes de la Corporación Rosa Blanca) niegan sistemáticamente la práctica del reclutamiento y la esclavitud sexual de menores, los vejámenes a los que eran sometidos menores (niños y niñas) y la practica recurrente de abortos obligados. Ninguna muestra de arrepentimiento, (varios se sienten orgullosos de su actuar criminal), mucho menos de verdad ni de reparación.
Dudo que de la JEP salga una condena a los jefes FARC por este crimen de lesa humanidad ( o por cualquiera de los otros); o peor, pese a la gravedad de los mismos, recibirán como castigo barrer parques o realizar horas de trabajo social. La Corte Penal Internacional es clara en afirmar que las condenas deben ser deben ser proporcionales a los crímenes, se necesita su intervención para que estos crímenes no queden en total impunidad. Los responsables directos, como sus encubridores, merecen todo el peso de la ley.
EL COLMO 1: La obsesión de Don Iván es absurda, ahora que el caso del expresidente como lo contempla el ordenamiento jurídico colombiano pasó a la Fiscalía, va a recusar al Fiscal y va a denunciar a varios congresistas del C D. Que mal uso del aparato judicial, de por sí colapsado. NO HAY DERECHO.
EL COLMO 2: Se conocieron contratos de la época del gobierno Santos a través del Carrusel de la Paz a varios magistrados de la C S J o sus familiares. NO HAY DERECHO.