AGRONOTAS

Barranquilla, febrero 20 de 2017.- Según José Félix Lafaurie Rivera, presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, el Gobierno dejó pasar de nuevo otra oportunidad de ayudar en algo a las cerca de 350 mil familias que se dedican a esta actividad en el país. Pide medidas y vigilar a la industria.

Desde el próximo primero de marzo, el precio base de la leche en Colombia deberá tener un aumento del 7 %. Así quedó establecido en la resolución que dio a conocer el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural el pasado jueves, un valor inferior al sugerido por el gremio cúpula y al esperado por los ganaderos.

Aunque desde la cartera aseguran que con el incremento se da “un ajuste significativo que permite nivelar los ingresos de los productores”, lo cierto es que en eso no están de acuerdo quienes desde hace años vienen trabajando a pérdida y han tenido que resignarse a lo que decidan en el Gobierno.

Lafaurie Rivera manifestó que el alza del 7 % se quedó corto, “como cortos han sido los esfuerzos de esta Administración por el sector rural, que en lugar de procurar incentivos, de reforzar la capacitación, mejorar la seguridad, apostarle a la construcción de vías, ente otros temas, se limita a complacer a la industria”.

Los costos para el ganadero en la producción de leche durante 2016 se incrementaron en promedio 11  %, porcentaje que no se compadece con ninguno de los ajustes que se han hecho en los últimos años.

Tal vez por lo anterior y por los atropellos de los que ha sido víctima. el sector ganadero tenía la esperanza de que en este 2017 se lograra un aumento considerable; incluso desde Fedegán se había sugerido uno cercano al 9 % teniendo en cuenta las dificultades que han tenido que enfrentar los productores.

“La industria debe estar complacida con el aumento, pues podrá seguir haciendo lo que mejor le parezca, mientras que el ganadero tendrá que seguir ingeniándoselas para lograr pagar empleados, el costo del transporte, el valor de los peajes y todo sin que la calidad del lácteo disminuya porque entonces ni se la recogen. Difícil un panorama más complicado que el de un ganadero por estos días”, señaló.

El líder gremial aprovechó para nuevamente alertar por las importaciones de leche en polvo que vienen haciendo distintos sectores, situación que termina convirtiéndose en otro dolor de cabeza para los ganaderos, pues es a ellos a quienes se les disminuye el precio que les pagan, les reducen las bonificaciones o dejan de acopiar.

“Lo de las importaciones parece no importarle a nadie y es un aspecto sensible que incide en toda la cadena productiva. Tampoco nos podemos olvidar de la inflación, que en 2016 fue de 5,75 %; es decir que el alza decretado escasamente cubre dicho valor”, sostuvo.

Según el DANE, los precios al consumidor se incrementaron en leche y quesos por encima del 7,3 % y en otros derivados lácteos en 13 %, todo esto sin que desde algún ente se regule el evidente desbalance existente entre lo que se le paga a quien está en el sector rural y los que adquieren el producto final.

“Se necesitan medidas de fondo, a largo plazo y que permitan hacer de esta una alternativa rentable, pero ello solo será posible si desde el Ejecutivo se le presta la importancia a la segunda actividad económica más importante en el país. Algo que hasta el momento no ha sucedido”, remató Lafaurie.