
La siguiente es la carta textual con que alerta sobre la situación que está adportas según la FAO, y hace el llamado a las autoridades y todos los entes y empresariado, a remar para el mismo lado:
“Ante la grave crisis que enfrentan hoy miles de habitantes de nuestra ciudad y el departamento como consecuencia de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19, además de los problemas de salubridad y la falta de recursos económicos en los sectores más pobres del Atlántico, para acceder a una buena alimentación y mejorar su calidad de vida, se hace necesario buscar alternativas que le permitan a ese grueso grupo poblacional superar este momento difícil”.
“Sin duda, los mandatarios de los entes territoriales en Colombia están frente a un problema supremamente delicado, teniendo en cuenta que la pandemia los golpeó cuando apenas iniciaban sus mandatos los nuevos alcaldes y gobernadores en todo el país”.
“Todo este panorama nada alentador, sin contar con los pronósticos de Julio Berdegué, representante regional de la FAO, quien revela que la altas cifras de hambre desde 2019, son escalofriantes y la proyección por cuenta de la incidencia del Covid-19, hace pronosticar un disparo en esas cifras hasta 2030”.
“Ante la necesidad de buscar alternativas para solventar la grave crisis de nuestra gente, pero, además con la firme intención de hacer que el impacto sea más llevadero y menos catastrófico se requiere el concurso de todos los sectores. Es el momento de la gran alianza por un territorio que ha sido golpeado en lo más profundo de su existencia y es aquí en donde gremios económicos, sociedad civil, sector privado, entes territoriales, Oganizaciones No Gubernamentales y organizaciones multilaterales deben “remar” hacia el mismo lado”.
“Ante la crisis que por momentos parece incontrolable y amenaza con arrebatar la tranquilidad de los habitantes de un territorio que siempre ha sido optimista ante un futuro esperanzador, me permito proponer humildemente que se implemente de forma “Urgente”, un programa masivo de “huertas caseras”, aprovechando no solo los amplios espacios con los que cuentan la mayoría de viviendas en el sur de Barranquilla y en los municipios del Atlántico, sino como alternativa para que quienes allí residen cuenten con una actividad para ocupar el tiempo libre, pero además puedan tener de primera mano los productos que ellos mismos consumen”.
“En otras palabras la alternativa es hacer más productiva a nuestra comunidad, pero, además, hacer que el llamado confinamiento sea más llevadero para miles y miles de atlanticenses”.
“En este orden de ideas cultivos como el tomate, cebolla en rama, pepino, berenjena, col, fríjol, ahuyama y calabaza entre otros,. Podrían aportar a la nutrición de nuestra gente”.
“La implementación de las llamadas huertas caseras, serían impulsadas por la alcaldía y la gobernación en los amplios patios de las viviendas y serían precisamente la comunidad quien se dedique a la utilización e impulso de los cultivos”.
“Creemos que en la medida en que entreguemos la herramientas y le enseñemos a nuestra gente que ellos hacen parte de la solución ante el duro momento que atravesamos, podremos avanzar seguros hacia nuevas perspectivas”.