COLUMNISTAS

Definitivamente ya nada sorprende en el “gobierno del cambio” ni en el país “potencia de la vida”, donde el primer twittero de la nación demuestra la incompetencia para cumplir el rol de primer mandatario de la nación, dizque por mandato popular, pero cada día más se corroboran las manipulaciones, los delitos, las maniobras incluso internacionales para acceder el cargo. En esta era digital poco queda oculto y aunque a paso lento, según los intereses que rodeen las situaciones, todo se conoce, todo queda al descubierto y en estos meses hemos observado emerger “secretos” bien guardados. Sobre eso ya ha corrido tinta desde diferentes flancos de esta nación dividida, desconcertada, afligida y con tendencia a perder la esperanza, razón por la cual poco a poco se produce un éxodo de nacionales migrantes en búsqueda de mayor seguridad.

Vale la pena centrarse en un hecho que conmocionó al país. El secuestro por cuenta de los terroristas del ELN de la Sargento Karina Ramírez y sus dos hijos, quien viajaba a cumplir orden de traslado al departamento del Arauca. La orden de traslado por sí misma atentó contra los derechos de los niños, porque salían de un sitio relativamente seguro, a donde el orden público es de conocimiento general, está más alterado que el del resto del país, porque al final ya no hay zona cien por ciento segura en Colombia, ya que la delincuencia especializada y la común se han tomado pueblos, ciudades intermedias y las grandes ciudades. La razón más que obvia, delinquir paga en un país en manos de una elite que ha incursionado en muchos delitos sin ningún miramiento, que le han hecho el esguince a la ley, que se tomaron la Casa de Nariño. Si, a partir del primer twittero, que jamás ha pagado por ninguno de sus hechos delictivos, porque han sabido como evitar pagar, pese a que son hechos conocidos y ampliamente publicitados. La delincuencia de todos los colores cuenta con el beneplácito del gran tramoyero, que sin duda acata las directrices internacionales con las que se comprometió décadas atrás.

Volviendo al caso de la Sargento Ramírez e hijos, horror de horrores, se desconocieron con el traslado a Arauca, las normas del interés superior de los menores, contempladas en la Constitución Política y normas internacionales de Derechos Humanos, en específico la Convención de los Derechos del Niño, por cuenta de la cúpula del Ejército Nacional, que hace parte del Ministerio de Defensa, dirigida por el dizque abogado Iván Velásquez Gómez, experto si, en buscar testigos en cárceles y causar entuertos en Guatemala, gracias al cabildeo de la izquierda internacional. Se reputa el mentado abogadito como defensor de los Derechos Humanos y acá cabe la pregunta: ¿De quienes?, porque el defensor de esta materia debe identificar todo el orbe de Derechos Humanos, al menos del mundo occidental, en donde hay una gama inmensa de variables o especialidades, como los de los niños, niñas y adolescentes y los de las mujeres sin consideraciones detestables o sesgos políticos, como suele ocurrir con las interpretaciones torcidas del mamertismo en general. Si, sin duda atentaron contra los derechos de los menores que posteriormente fueron secuestrados, haciendo patética la violencia contra ellos, pero y acá hay que connotar que también se generó violencia abierta contra la Sargento mencionada, repito, sin temor a redundancia, violencia contra las mujeres, violencia institucional consagrada en sendos instrumentos internacionales como el interamericano de la Convención de Belém Do Pará y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, quien además tiene una situación que amerita refuerzo constitucional al ser madre cabeza de familia. En resumen, fueron varias violaciones contra los Derechos Humanos contra esta célula familiar, por el Ministerio de Defensa, lo cual significa que se concretaron violencias contra los niños específicos y la suboficial del Ejército Nacional. Lo noble, lo digno, era reconocer que se había incurrido en desconocimiento de la Constitución Política y de Instrumentos Internacionales en materia de DDHH. Hubiese sido honroso, que la marioneta ministrico de la indefensión, reconociera el gravísimo error de la dirección de personal del Ejército, que estaba en la obligación de valorar las condiciones personales y familiares de la Sargento mencionada y de mantener la decisión del traslado, procurar la seguridad suficiente en el desplazamiento, que debía ser aéreo. Pero de malas, no se trataba de la vicepresidente estrambótica nueva rica emergente que se topó con el poder, para abusar con viajes en el “helicotero”.

En lugar de lo último anotado, se produce la perlita mayor, sale de la boca del mismísimo ministrico de la indefensión e ineficiencia, que ha permitido humillar a la Fuerza Pública, de muchas formas, merced a las arrogantes y erráticas órdenes del primer twittero de la nación, que ya sabemos por todos los hechos notorios que esta deschavetado, loco, desquiciado, demente, con la teja corrida, orate, maniático, lunático, tocado, desequilibrado, perturbado, insano, alienado, pirado, guillado, versánico, chalado, todo lo cual es abono para mantener el caos en todo el territorio nacional. Si, el ministrico desconoce las normas penales y disciplinarias aplicables en específico, es decir especiales para el Ejército Nacional y las desconoció, cuando endilgó públicamente y sin recato, que la responsabilidad del secuestro recaía en cabeza de la sargento Ramírez, lo cual además de significar la ignorancia de Velásquez, victimiza doblemente a la mujer desde la institución que dice dirigir. Desconoce es leguleyo la existencia de la Ley 1862 de 2017 o Código Disciplinario Penal, que en su artículo 76, numeral 29, indica como falta grave no hacer presencia en el servicio, pasados cinco días de la orden superior y, por otro lado, el delito de desobediencia, consagrado en el Código Penal Militar. A la sargento por razón de la disciplina militar, solo le quedaba acatar la orden y llevar consigo a sus hijos, para evitar encontrarse incursa en un delito y una falta disciplinaria y encontrarse suspendida en corto tiempo, sin oportunidad de devengar el dinero para la manutención de sus hijos. Vaya la idea del títere, quien igual que su jefe, suponen que los colombianos ignoramos las normas legales que nos rigen, en especial los abogados que no están alejados del rigor jurídico de nuestro ordenamiento legal interno.

El Ministerio de Defensa cuenta con la Escuela Superior de Guerra y sería útil que el ministrico de la indefensión tomara un curso acelerado de las normas que rigen la Fuerza Pública, porque él al igual que su comprobado loco jefecito, se dedicaron desde siempre a atacar la institucionalidad desde su orilla de progres, no estaban por ello preparados para asumir el curso o camino coherente de una nación y por ello desvarían con torpeza, apenas lógico. Entre tanto a las reservas de las Fuerzas Armadas, de la Fuerza Pública, las reservas morales vivas de esta patria, les queda el camino de declarar a este individuo como persona no grata, por violar abierta y descaradamente normas básicas de Derechos Humanos de niños, niñas , adolescentes y mujeres, de llevar al garete la defensa de la nación, de todos los colombianos de bien, para permitir sea campo fértil al servicio de la delincuencia nacional y transnacional.
NOTA: Corroborándose lo que era un secreto a voces, de la interferencia en las elecciones presidenciales del régimen de Maduro, a través de aportes en dineros, el primer twittero y la cúpula de su campaña, incurren en otros delitos gravísimos. Entre tanto remolacho, al parecer no se sale con la suya.