COLUMNISTAS

Este artículo va dirigido a todos mis lectores y muy especialmente a los compañeros que se han lanzado a la política.

En estos momentos nuestra patria adolece de ausencia de líderes.

En mi concepto, una de las razones principales es que se han olvidado las virtudes del desprendimiento y la honestidad.

El desprendimiento no es otra cosa que el total desapego por las cosas materiales.

La honestidad es no dejarse corromper por nada ni por nadie.

En otras palabras, es vivir la vida con el absoluto e invencible convencimiento de que nada material vale lo que vale mi espíritu.

La política es la ciencia que busca el bien común, luego si quiero entrar a hacer política, lo primero que debo dejar afuera es la búsqueda de mi propio beneficio.

La gente no cree en los políticos actuales porque en su gran mayoría no son desprendidos ni honestos.

Todos siguen pendientes de sus ambiciones personales y ninguno está dispuesto a jugarse entero por su ideal.

Eso de por sí, ya genera una gran desconfianza.

El potencial votante se pregunta: ¿Este candidato está buscando su elección para ayudarnos o para ayudarse?

¡Que gran diferencia haría un liderazgo con absoluto desprendimiento de lo material y honestidad a toda prueba!

¡En qué magnífica manera ese liderazgo desprendido y honesto arrastraría voluntades.

El Partido Nuevo y Limpio quiere convocar a esos seres humanos que sean capaces de desprenderse de sus ambiciones personales y ponerse honestamente al servicio de su prójimo.

El desprendimiento y la honestidad son el mejor antídoto contra la corrupción.

A un ser humano desprendido y honesto no lo puede comprar nadie.

El valor de su espíritu, para el hombre desprendido y honesto, es infinito.

No hay bien material que valga lo que vale su espíritu.

Todo por una sola razón.

El espíritu es lo único que se llevará cuando parta para siempre.

Esta frase es de mi autoría y resume mi pensamiento expresado en este escrito.

Cuando cruces el camino de las sombras, nada llevarás, y solo presentarás ante Dios lo que dejaste en el corazón de los hombres.

Estimados compañeros que han incursionado en la política para buscar ser elegidos en octubre:

El pueblo colombiano está cansado de toda esa “caterva de descastados” de izquierda, centro y derecha que lo único que han hecho es usufructuar el poder en su propio beneficio.

El pueblo colombiano ansía un verdadero cambio.

Por favor, no vayan a defraudar a sus votantes.

Ustedes son la última esperanza que tiene nuestra patria.

Si ustedes no se desprenden de sus ambiciones personales y tampoco se entregan honestamente al servicio de sus semejantes, llegarán los corruptos de siempre a enlodarlos y a corromperlos.

Verdaderamente, hoy como nunca antes en la historia de nuestra patria, el destino de todos estará en manos de unos pocos buenos seres humanos.

Se los pido de todo corazón, no vayan a ser inferiores a su sagrada misión.

Si lo hacen bien, su buen recuerdo quedará grabado en los anales de la historia para siempre y su nombre será pronunciado en agradecimiento por todas las generaciones venideras.

Si lo hacen mal, Colombia se irá al abismo y no habrán epítetos suficientes para las maldiciones que recibirán sus tumbas.

Para su gentil reflexión y acción.