La Constitución Política garantiza el Derecho a la Protesta, ARTICULO 37º—“Toda parte del pueblo puede reunirse y manifestarse pública y pacíficamente.”…, soportado en esta norma , El Pueblo, la Nación Colombiana, ha venido levantando su voz frente a las políticas progresistas del actual Presidente Formal de Colombia, una y otra vez, le hace saber su desacuerdo con las ideas políticas de izquierda, disfrazadas de progresismo que el mandatario ha querido introducir con consecuencias funestas para la economía productiva del país, con ello, arrollando la capacidad de creación de empleos formales; instrumento idóneo para la circulación de la riqueza y mejoramiento de la calidad de vida.
La política del decrecimiento económico con la que se viene estigmatizando al empresariado, quien realmente jala la carreta del bienestar social, ha impactado drásticamente el desarrollo global de la economía, hoy los indicadores del gobierno a través del Dane, muestran una estrepitosa caída del crecimiento al 0.3%.
La Protesta expresada a través de las marchas, más que un mensaje clarísimo al Presidente formal de la República, conlleva un contundente recado a los partidos políticos que tienen la representación del constituyente primario en las corporaciones y cargos públicos de elección popular como constituyente delegado, para que sean voceros de los idearios políticos por los cuales se hicieron elegir, a que guarden un profundo respeto a sus electores quienes le confiaron su representación. La dinámica política señala que deben actuar en concordancia, no es posible que quienes dicen representar a los grupos políticos que protestan, acepten las reformas planteadas por este gobierno en todo o en parte. Las únicas reformas políticas que podrían aceptarse son aquellas que directamente favorezcan el crecimiento económico , la generación de empleos, mejoras en el sistema de Seguridad Social y Salud en Colombia.
Se vienen elecciones regionales en octubre, en estas se someterán a elección popular los cargos de Gobernadores Departamentales, Alcaldes Municipales, Diputados a Asambleas Departamentales, Consejos Municipales y Juntas Administradores Locales. La izquierda progresista colombiana ha entendido que no son mayorías electorales en los certámenes antes anotados, lo que les ha llevado a presentar candidatos únicos, apoyados por diferentes movimientos pequeños de manera unida, generando así gran fortaleza, presencia y competencia para disputar los cargos de elección a la derecha, que se presenta dispersa con varios candidatos, dividiendo el apoyo de las reales mayorías de ideología política de derecha en todas las vertientes. Lo anterior ha llevado al ascenso electoral de estos grupos minoritarios en los diferentes ámbitos, desde la Presidencia de la República hasta los representantes de JAL, conduciéndonos a la Dictadura de las Minorías, quienes siendo una pequeña porción de votantes logran acceder a diferentes cargos por el apetito e interés particular de quienes confiesan ideas políticas diferentes a las de ellos.
La Sociedad Civil, debe presionar a los partidos políticos que llevan su vocería para que, de común acuerdo, retiren de la contienda electoral máximo el 15 de octubre, aquellos candidatos que no tengan opción real seria de lograr ser elegidos como nuestros representantes. La invitación debe estar rodeada de acuerdos y garantías para llegar a elegir a los mejores representantes desde nuestra orilla ideológica, en una operación de grandeza política dejando de lado intereses particulares o partidistas, burocráticos o de contratación, y así y reconstruir la patria en medio del desastre que se ve venir.
De no ser posible esa unión a mas tardar el 15 de octubre, acompaño la propuesta que sea la sociedad civil a través de los voceros de las marchas quienes direccionen a partir de esa fecha o antes, a los candidatos idóneos, capaces de enfrentar al contendor político de la izquierda progresista, con absoluta solvencia y garantía de que puedan derrotarlos en las urnas, esta es la vía, apreciados amigos, o lo hacemos a través de los partidos políticos o lo hacemos nosotros como sociedad civil.