NACIONALES, ORDEN PÚBLICO

Desde el pasado viernes y hasta este domingo en horas de la madrugada, los uniformados fueron hostigados con elementos de última tecnología, generando alarma entre la población civil. Analistas aseguran que la creciente sofisticación de estos ataques plantea nuevas amenazas para la seguridad nacional.

Barranquilla, 13 de abril de 2025.- No cesa la violencia en el departamento del Cauca. A través de redes sociales y medios de comunicación local, se reportó en la noche de este domingo un ataque con explosivos contra la estación de Policía del municipio de Morales. Y en el municipio de Cajibío donde también fue atacada la estación de Policía con drones explosivos, siendo varios de estos repelidos desde tierra por las unidades de Policía.

Esta fue la tercera incursión violenta sufrida por los uniformados de ese punto en menos de 48 horas. Los hostigamientos de ayer han sido atribuidos de manera preliminar a las disidencias de las Farc y se suman a dos ataques previos registrados el viernes y la madrugada del sábado.

Fuentes oficiales informaron que los insurgentes utilizaron una mortal combinación de ráfagas de fusil y drones cargados con explosivos. Los videos que circulan en redes sociales y medios de comunicación dejan ver la estación policial bajo fuego, mientras se escuchan fuertes estallidos y disparos.

Según varios analistas de seguridad, la utilización de drones por parte de estructuras criminales como las disidencias de las Farc marca un cambio significativo en las tácticas del conflicto armado en Colombia, ya que, estos dispositivos permiten realizar ataques precisos desde una distancia ‘segura’, dificultando su detección y neutralización.

Asimismo, advierten que su capacidad para transportar explosivos convierte a los drones en herramientas letales que, además, generan un gran impacto psicológico sobre la población civil.

El primer ataque ocurrió la tarde del viernes, cuando un dron cargado con explosivos impactó un costado de la estación de Policía de Morales. Aunque no dejó heridos, se reportó el desplazamiento de varias familias que habitan a los alrededores por temor a nuevas incursiones.

En pleno mediodía del sábado se llevó a cabo el segundo hostigamiento. En las redes sociales también hay evidencia de estos momentos y la forma desesperada como un grupo de policías intenta derribar los drones que surcan los cielos cargados con explosivos.

Tras el incidente, se registró un uniformado con heridas leves, mientras que varias casas del área circundantes a la estación resultaron afectadas por la ola expansiva de las explosiones.

Los reportes de la prensa evidencian que la estación de Policía de Morales ha sido un objetivo recurrente de los grupos armados que operan en el norte del departamento del Cauca. Sin embargo, el atentado más grave ocurrió el 20 de mayo del año pasado cuando dos civiles y dos policías murieron. En aquella ocasión, los guerrilleros también atacaron la sede del Banco Agrario, robando $50 millones.

Esta nueva ola de atentados terroristas no se circunscribe exclusivamente a Morales, pues, hay reportes de ataques en Piendamó y Cajibío, y ha sido atribuida por las autoridades a la estructura Jaime Martínez, bajo el mando de alias Iván Mordisco.

Finalmente, es importante resaltar, como vienen haciéndolo varios analistas de seguridad, que la creciente sofisticación de las tácticas de guerra utilizadas por las disidencias refleja una evolución preocupante en el conflicto armado colombiano.