En la reciente asamblea del BID en la ciudad de Mendoza (marzo 21-25/18) se presentó por parte de los economistas del Banco Interamericano de Desarrollo, el informe macroeconómico que señala el crecimiento histórico de América Latina comparado con las otras regiones del mundo, y las proyecciones económicas del 2.018 al 2.020, e igualmente indicaron los caminos que deben seguirse para alcanzar tasas de crecimiento más altas, que nos permitan aumentar el porcentaje del ingreso per cápita de América Latina con relación al que perciben en los Estados Unidos sus ciudadanos. Mientras en América Latina y el Caribe del año 1.960 al 2.017 la tasa de crecimiento per cápita promedio del PIB real era del 2.4%, la de los países asiáticos emergentes y de más rápido crecimiento era del 4.9%, un 204.2% por encima de la nuestra y por debajo de los otros países del mundo que tuvieron un crecimiento del 2.6%. Las economía avanzadas están el 2.71%.
Por ello se afirmó en la asamblea del BID, que América latina y el Caribe habían perdido seis décadas al no lograr cambios significativos que la saquen del atraso relativo no tanto con los países desarrollados sino con los países emergentes.
Cambios en los 57 años de estudio
El crecimiento de los países asiáticos significó que pasarán del 11% en 1.960 al 58% en el 2.017 de los ingresos per cápita de los Estados Unidos, mientras América latina paso del 20% en 1.960 al 24% en el 2.017. Mientras las economías avanzadas pasaron del 59% al 82%, el resto del mundo pasó del 29% al 44%. Solo superamos a África Subsahariana que pasó del 9% al 5%.
Estos resultados indican claramente que no hemos avanzado nada en 57 años, solo incrementamos el ingreso per cápita en un 20%, mientras los países asiáticos lo multiplicaron 5.3 veces y el resto del mundo lo multiplicó 1.5 veces. Cada día es mayor la diferencia con los países asiáticos y con la India y otros países emergentes.
El despegue de América Latina que nunca llegó en 57 años
Desde la década de los 60 se hablaba que Argentina, Brasil y México estaban a las puertas de lograr un desarrollo económico sostenible, se decía que el avión del progreso y del desarrollo había despegado en esos países, pero una vez despegado el avión se venía a pique, lo que indicaba que eran falsas señales en su crecimiento que obedecían más a coyunturas especiales que a una estrategia de desarrollo económico con bases sólidas que garantizaran hacia futuro un crecimiento sostenible. El hecho de lograr un crecimiento económico alto en uno o dos años, no indica que se esté a las puertas de lograr un desarrollo económico sostenible, ni que se haya desarrollado la industria u otro campo de la economía.
En Colombia alcanzamos en 1.978, una tasa de crecimiento del 8.5%, creo la más alta alcanzada en la historia del país y, de ahí volvimos a tener tasas altas en dos años del gobierno de Álvaro Uribe (6.7%) y en dos años del gobierno de Juan Manuel Santos (6.6%), pero todas por coyunturas especiales, en la de Alfonso López se dio la bonanza Cafetera y Marimbera (la ventanilla siniestra) y las de Uribe y Santos por la bonanzas petrolera, mineras y cocainera, para después en los otros dos años de cada gobierno mostrar resultados mediocres con tasas del 1.6% con Uribe y 1.8% con Santos. Ni que decir del año 1.999 con Andrés Pastrana que nuestra economía decreció a una tasa del 4.9%, producto de las decisiones erradas de su gobierno y de la Junta directiva del Banco de la República al elevar sus tasas de interés. Situación similar se da en Argentina y Brasil que apenas están saliendo de la recesión, y de México que tiene una tasa de crecimiento baja a pesar de la apertura de su economía y de ser vecino de la primera potencia económica del mundo.
¿Por qué los asiáticos lograron dinamismo y crecimiento económico sostenido?
Por diferentes razones, la primera y más importante, le apuntaron a la educación al establecerse niveles educativos de calidad priorizando las carreras de ciencia y tecnología.
La segunda, resolvió el problema de la tenencia de la tierra para evitar su concentración y ponerla a producir para generar los insumos para su industria y la alimentación necesaria para su población.
En tercer lugar, basaron su desarrollo industrial en la inversión de capital extranjero y en la sobreexplotación de su mano de obra barata, abundante y organizada en sindicatos.
En cuarto lugar, se dedicaron a producir para exportar y no para atender a su demanda interna, no aplicó el modelo de América Latina de sustitución de importaciones desarrollando una industria ligera y no pesada.
En quinto lugar aprovecharon las tecnologías provenientes del exterior y otorgaron créditos a las industrias que consideraban estratégicas y debían desarrollar.
Por último la eficiente sincronización entre el sector público y el privado, donde el Estado jugo un papel fundamental.
¿Cuáles son los desafíos que enfrentan América Latina y el caribe para que sus economías crezcan?
De acuerdo al informe del BID, América Latina enfrenta un doble desafío: aumentarlo y que sea estable. Nosotros le añadiríamos que ese crecimiento fuera distribuido de una manera más equitativa, ya que aún persiste una desigualdad tremenda en la distribución del ingreso en América Latina y el Caribe.
De acuerdo al estudio que presentara OXFAM en la ciudad de Lima, en la asamblea anual del FMI y del BIRF hace tres años, diez familias controlan más del 60% del ingreso de América Latina. Colombia solo logra superar en su índice Gini a Haití, con la característica de que tenemos también una gran concentración de la tierra productiva a la cual le damos una mala utilización, de ahí los niveles de pobreza en el campo.
En el informe se preguntan los autores ¿Cuáles son los factores que han impedido un crecimiento económico sostenido en la región? Su respuesta, es debido a una baja acumulación de capital y de un bajo crecimiento de la productividad.
La inversión neta como % del PIB de 1.960 al 2.017 ha sido la siguiente: Asia emergente 19%, economías avanzadas 14%, resto del mundo 13%, América Latina y el Caribe 12% y África Subsahariana 10%.
Con relación a la productividad es donde más se presentan diferencias entre las distintas regiones que comparamos, por supuesto que la mayor alcanzada es la de Asia emergente con el 0.97%, seguida de los países avanzados 0.47%, el resto del mundo 0.25% y con productividad negativa en América Latina y el Caribe con -0.11% y África Subs -0-48%.
En el documento se hace la simulación de calcular cual sería el crecimiento alcanzado en el año 2.017 si hubiéramos invertido el mismo porcentaje del PIB y logrado la misma eficiencia que Asia emergente, nuestro crecimiento hubiera sido 6. 2 veces superior al logrado que fue de 1.11.
Al oído de los candidatos al cargo de presidente de Colombia.
Los distintos candidatos a la Presidencia de la República deben ahondar en sus propuestas económicas, no con populismo barato, ni con el miedo y la mentira sino con propuestas serias que saquen al país de la desaceleración de la economía y regresemos a tasas de crecimiento de acuerdo a nuestro potencial que se ubica alrededor del 4.5% al 6%.
Para ello, hay dos variables importantes que deben tener en cuenta, los recursos humanos y la mano de obra, que son factores de capital que tenemos que fortalecer con una mejor educación, uno de los obstáculos para ser más eficientes y por ende incrementar la productividad. Tenemos una mala educación a pesar de los esfuerzos que se han hecho, pero estos recursos invertidos en capital humano la gran mayoría se han quedado en manos de los corruptos y/o han sido mal utilizados. Seguimos estando muy por debajo de los estándares internacionales y seguimos golpeando el presupuesto de las universidades y colegios públicos. El otro factor a corregir es el de la inversión, por supuesto que tenemos que aumentarla para crecer más pero también tenemos que ser capaces de invertirla mejor, hay una mala utilización de los factores, se invierte en sectores improductivos o incrementamos la eficiencia, o seguimos como estamos.
El otro problema a resolver es el de la tenencia de la tierra que está muy concentrada y mal utilizada. No es expropiando, sino poniéndola a producir, y aquellos que tengan grandes extensiones de tierra y no la exploten económicamente, necesariamente hay que expropiárselas pagándosela a precio real de mercado, siempre y cuando sean actas para la agricultura o ganadería.
En un próximo trabajo analizaremos las propuestas económicas de los aspirantes con mayor opción a ocupar el podio de Bolívar.