GOBIERNO

Barranquilla, 7 de octubre de 2024.- Un nuevo embeleco para atar de pies y manos a la Policía, sacó este lunes el régimen de extrema izquierda que gobierna a Colombia, enmarca en el Decreto 1231 de 2024, firmado por la cabeza del régimen, Gustavo Petro Urrego, y por el Ministerio de Defensa, en cabeza de Iván Velásquez.

Según el régimen con este decreto busca “reglamentar las disposiciones que orientan el uso diferenciado y proporcional de la la Policía Nacional, en la actividad de policía”.

El documento menciona, entre otras cosas, como fundamento, las recomendaciones por los supuestos excesos de la fuerza policial, que hizo la CIDH luego de la arrmetida terrorista urbana de 2021 que destrozó ciudades como Bogotá, el comercio y asesinó y violó Policías, además de torturarlos, pero que tanto el régimen como sus seguidorses han llamado “estallido social”.

En el documento de 18 páginas señala que lo expresado aplica a “todo el personal uniformado de la Policía Nacional” quitando la capacidad de reacción de la autoridad ante el delincuente en el marco del uso de la fuerza con puntos como los siguinetes:

1.- La no discriminación a la ciudadanía por moticos de raza, género, nacionalidad o vinculación ética.
2.- La necesidad, proporcionalidad y el uso de los recursos físicos como último recurso para proteger la vida e integridad de las personas.
3.- La responsabilidad que debe asumir el Estado por las acciones, omisiones o extralimitaciones de la policía.
4.- Los requisitos para el uso de la fuerza: el decreto recoge once requísitos o consideraciones para que la Policía emplee la fuerza en cumplimiento de los derechos fundamentales. Dentro de las consideraciones están:

5.- Recurrir, como primera medida, a medios sustitutivos. Es decir, no emplear la violencia como primer recurso.
Utilizar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario.
6.- La inadmisión de cualquier excusa para el uso ilegítimo de la fuerza.
7.- Todos los policías recibirán entrenamiento en medios sustitutivos y en el uso proporcional de la fuerza.

Con lo anterior poniendo por ley, lo que la alcaldeso Claudia López impuso en Bogotá, y que aún continua Carlos Fernando Gálán frente al terrorismo urbano, violentas arremetidas de la autodenominada “primera línea.

En el decreto se puede obserar además un modelo para el uso proporcional de la fuerza. Así registra en el gráfico las respuestas supuestamente “razonables” a las situaciones que puedan enfrentar los miembros de la Policía: