El próximo 29 de febrero, los gobernadores y alcaldes del país, deben presentar, a consideración de los Consejos Territoriales de Planeación, el proyecto del Plan de Desarrollo que define la carta de navegación para sus cuatro años de gobierno.
Este instrumento de política económica y social, le permite a los mandatarios locales definir acciones realistas, efectuar una gestión eficiente y ensanchar sus niveles de legitimidad, al hacer partícipes a todos los sectores de su población en la formulación, ejecución y evaluación de sus Planes de Desarrollo. Es una herramienta que les ayuda junto con sus Consejos de Gobierno, Oficinas de Planeación y Secretarías Hacienda, a establecer estrategias, metas y orientar los presupuestos que se requieren para cumplir los objetivos trazados en sus propuestas de campaña para lograr el bienestar general de su población.
Claramente, estos Planes de Desarrollo, deben ir enlazados con el POT, otros niveles de gobierno y los planes sectoriales, para optimizar los recursos de inversión. Comoquiera que las estadísticas del Dane, muestran altas tasas de pobreza, desempleo, informalidad y atraso económico, en los territorios, es una gran oportunidad para que esta vez los gobernadores y alcaldes, orienten más sus Planes de Desarrollo y presupuestos de inversión, a la inversión productiva, con el fin de generar mayor riqueza, empleos sostenibles y dinamizar la economía.
En la Región Caribe, por ejemplo, los 194 alcaldes y siete gobernadores, tienen una gran oportunidad de instituir en sus Planes de Desarrollo, los centros logísticos de alimentos (Food Hub, en inglés) como una alternativa eficiente para alimentar las ciudades capitales. La idea es proporcionar una cadena de suministro más corta desde el productor al consumidor para bajar los costos y ofrecer alimentos frescos de mejor calidad. Es absurdo que estemos trayendo desde 1.000 kilómetros del interior del país, lo que podemos producir en 50 kilómetros a la redonda.
Para ello, hay que incluir un paquete de recursos en los Planes de Desarrollo, destinados a bienes púbicos para la infraestructura de producción, como son las vías, internet, energía solar, presas, reservorios, canales de riego, invernaderos, centros de capacitación con granjas demostrativas, bancos de maquinarias, equipos e infraestructura de almacenamiento. Se trata de ayudar a los productores del campo a “producir más con menos” para ser competitivos. Con esta estrategia, podremos atender la demanda local, salir a competir en los mercados internacionales, bajar los costos de vida (inflación), generar mucho empleo productivo y riqueza en nuestras regiones.
La tarea de alimentar las ciudades es un reto al que hoy se enfrentan todos los gobiernos territoriales e implica una coordinación de numerosos productores, proveedores de semillas y agro insumos, distribuidores, operadores logísticos y comerciantes de alimentos. Es en estos momentos cuando los centros logísticos de alimentos bien desarrollados, muestran sus mejores ventajas en una ubicación privilegiada, para atender la oferta y demanda de alimentos en las grandes urbes o en los principales nodos de comunicación, como puertos o aeropuertos. Con los constantes fracasos en la política agrícola del gobierno nacional, no queda otra alternativa, que la de fomentar el desarrollo agrícola, forestal, pecuario y acuícola, desde las gobernaciones y alcaldías, apoyados por el sector privado.
*Asesor en crédito de fomento agroindustrial