COLUMNISTAS

Es una verdad de a puño que la única responsable del lamentable estado actual de cosas en Colombia es la caterva de descastados.

La caterva de descastados es el  grupo de politiqueros de izquierda, centro y derecha, ineptos, corruptos e indolentes que durante 200 años se han estado repartiendo el poder nacional y regionalmente, a través de una pseudodemocracia de votos por puestos, coimas y contratos.

Esa caterva de descastados nos ha mantenido entretenidos matándonos entre nosotros, mientras ellos se roban el presupuesto, que si no se lo robaran, viviríamos en tal estado de bienestar, que nunca jamás hubiéramos tenido motivos para matarnos entre nosotros.

En su desesperanza y frustración con esa caterva de descastados, los colombianos eligieron un gobierno para hacer un cambio, pero ese cambio terminó en contubernio con la misma caterva de descastados y con sus mismos vicios politiqueros y ahora el remedio es peor que la enfermedad.

En el otro lado del espectro está ACORE.

ACORE es la Asociacion de Oficiales en Retiro de las Fuerzas Militares de Colombia.

Una organización de gente honorable, seres humanos que, después de haber servido con devoción a su patria, siguen congregados y atentos del destino de lo que una vez y para siempre juraron defender, aún a costa de su propia vida.

¿Que tiene en común la caterva de descastados, en la que incluyo al actual gobierno, con ACORE?

Absolutamente nada.

La honorabilidad de ACORE le da espacio, y bien largo, para asumir una posición independiente y crítica y convertirse en esa luz de lógica y moral que escudriñe cada actuar de esa caterva de descastados, en la que incluyo al actual gobierno, para no permitir que nuestra patria siga perdiendo el rumbo.

Contrario a lo correcto, ACORE se quiere convertir en áulico de esa caterva de descastados, de la cual hace parte el actual gobierno, aupando sus actuaciones que van en contravia de lo que realmente necesita la patria.

Craso error y flaco favor.

El destino histórico de ACORE y la razón de orgullo por la cual nos recordarán las generaciones venideras es haber mantenido esa posición independiente y crítica que ayudó en el momento más álgido a escoger el camino correcto para liberar, de una vez y para siempre, a Colombia de esa caterva de descastados.

La conformación del Partido Nuevo y Limpio de las Reservas y la Sociedad Civil se está abriendo camino, día a día y más y más, como la única opción que le queda a nuestra patria para salir de este pozo de desesperanza y frustración y encontrar el rumbo de progreso y bienestar para todos.

ACORE, que es el crisol en que confluyen las voluntades de tantos buenos hijos de Colombia, no puede ir en contravía de esa aspiración de todos sus compatriotas.

Eso sería un absoluto contrasentido.

Por eso, desde esta columna convocó a todos mis lectores para que hagamos llegar masivamente mensajes a la presidencia de ACORE para que se abstenga, ahora y para siempre, de emitir comunicados, con nuestra supuesta aprobación y en nuestra supuesta representación, en apoyo de políticas del actual gobierno que son evidentemente contrarias al pensamiento y actuar que nos fue enseñando mientras estuvimos bajo banderas y que marca y marcará eternamente nuestro compromiso con Colombia.

Para su gentil reflexión y acción.