La sabiduría popular se expresa a través de los refranes, uno de ellos “zapatero a tus zapatos” qué indica que cada quien debe dedicarse a lo que realmente sabe. Lastimosamente en Colombia no sucede así, en especial con la justicia que se dedica a otros menesteres descuidando su verdadera función conforme a lo establecido en el artículo 229 de la Constitución Política de Colombia.
Como lo mencioné en escritos anteriores, es evidente la forma en que la justicia colombiana viene trabajando para los criminales. Primero fue el caso de las “altas cortes”, la JEP, la CSJ, la CE, y Corte Constitucional que facilitaron la liberación y huida del mafioso alias Jesús Sántrich; luego el Tribunal del Cauca suspendió la radicación manual de cultivos ilícitos; después, el Tribunal de Cundinamarca que solicita al gobierno expulsar a los asesores norteamericanos que habían venido a fortalecer la lucha contra el narcotráfico. Por otro lado, la Justicia invadiendo la órbita de otros poderes públicos con el caso de la Corte Constitucional legislando sobre temas económicos y de seguridad.
Ahora son los jueces los que fallan en temas que les deberían ser ajenos, como el que a través de una tutela ordena a la Policía Nacional que no use gases lacrimógenos para enfrentar a los vándalos que pretenden destruir la propiedad pública y privada en sus expresiones violentas (mal denominadas protesta social, eso es terrorismo). Con este tipo de fallos dejan sin herramientas a la fuerza Pública para enfrentar el caos y la destrucción que pretenden los vándalos. ¿Tiene un juez el conocimiento en temas de seguridad o de salud para emitir un fallo en este sentido? Zapatero a tus zapatos.
Otro juez tomó la decisión de ordenar al gobierno Nacional exigir las pruebas PCR a los viajeros que vienen del exterior, contradiciendo normatividad de la Organización Panamericana de la Salud y las propias definiciones del Ministerio de Salud y del Instituto Nacional de Salud que, con base en estudios técnicos muy serios y las opiniones de reconocidos epidemiólogos, ha sabido tomar las decisiones para enfrentar la pandemia en Colombia, tal y cómo ha sido reconocido por organismos internacionales. Hasta donde sé, los jueces se forman en derecho; ahora resulta que también son expertos en temas de epidemiología. Zapatero a tus zapatos.
Faltaba la cereza en el pastel, la justicia condena al Club El nogal por el atentado perpetrado por el grupo narcoterrorista FARC, en febrero del 2002 y que ocasionó la muerte a decenas de personas y heridas a otras tantas. Para la “justicia” la responsabilidad es de la entidad privada y no de los criminales que planearon, organizaron y ejecutaron el cobarde acto terrorista. Lo más grave y absurdo de todo esto es que los jefes de esta organización criminal están totalmente impunes (gracias al narco acuerdo Santos – FARC), como premio a sus décadas de crímenes se benefician de todo tipo de prebendas como congresistas, se burlan de las víctimas y de los colombianos al no responder ante la justicia por estos crímenes de lesa humanidad, no decir la verdad y menos reparar a sus víctimas.
Lo absurdo es que mientras hacen este tipo de fallos en temas que no son de su competencia ni sobre los cuales tienen el conocimiento suficiente; los que si le corresponden, como es impartir justicia, brillan por su ausencia. Son muchos los casos de peligrosos delincuentes que son liberados por los jueces por tecnicismos o por considerar que no generan peligro para la sociedad, llegando incluso a cometer nuevos delitos gracias a sus interpretaciones de la ley; o aquellos donde pese a ser capturados en flagrancia los jueces deciden dejarlos en libertad a criminales.
Las cosas serían muy diferentes si en Colombia se respetara la independencia de poderes y los jueces se dedicaran a impartir justicia pronta e imparcial, no con criterios políticos o en defensa de los criminales; menos a interferir en asuntos que no son de su competencia como la salud, la seguridad o la economía del país. Zapatero a tus zapatos.
EL COLMO 1: Pareja de Rodrigo Granda, jefe grupo narcoterrorista FARC, fue capturada con armas y municiones en un vehículo; solo falta que los defensores de Santrich (Don Ivan y el Señor de la Bolsa, entre otros) salgan a decir que fue un “entrampamiento”. NO HAY DERECHO.
EL COLMO 2: Ladrones de viviendas, que fueron capturados en flagrancia y que al momento de la reseña fotográfica hicieron muecas, fueron dejados en libertad por un juez. NO HAY DERECHO.