
Barranquilla, 14 de enero de 2020.- El ser humano, entendido como un ser naturalmente social, ha mostrado, desde sus inicios como especie, una profunda conexión con el medio y los demás especímenes que conviven en él.
Por este motivo, no es de extrañar su tendencia a la domesticación y al entendimiento con animales que, si bien son de naturaleza salvaje, han ido evolucionando y amoldándose a la sociedad edificada por el hombre. Efectivamente, los animales de los que se habla serían las comúnmente denominadas mascotas.
El humano medio muestra un vínculo arraigado con los animales de compañía, hasta tal punto que hay estudios que afirman los beneficios de convivir con animales desde la infancia, al promoverse el desarrollo de la responsabilidad, el compromiso y la empatía.
Pero estas asunciones no quedan ahí, puesto que diversas investigaciones académicas impulsadas por universidades como la Corporación Universitaria Lasallista o la Universidad Iberoamericana vienen publicando desde hace un tiempo evidencias de que la compañía de los animales podría ser un método efectivo para tratar padecimientos tanto físicos como emocionales.
¿En qué consiste la Intervención Asistida con Animales de Compañía, IAA?
Esta modalidad terapéutica consiste en un complemento a la intervención base que la persona esté recibiendo, bien sea para el tratamiento de depresión, ansiedad, trastornos de la personalidad o trastornos del neurodesarrollo. El objetivo es el de mejorar las funciones físicas y cognitivas, las estrategias de socialización y promover el soporte emocional.
Para esto, es fundamental que la terapia sea modulada por un profesional de la salud, que consensúe los objetivos a alcanzar con la persona solicitante del servicio. A este profesional se sumarían un técnico en terapia asistida con animales y el animal “co-terapeuta” de compañía, que por lo general suele ser un perro.
Cabe añadirse a este último punto, que cada vez son más los profesionales del ámbito sanitario que apuestan por formarse como técnicos en intervención asistida con animales, para facilitar las terapias y poder abordar las demandas de los pacientes desde una perspectiva multidimensional.
Asimismo, este tipo de tratamientos están yendo más allá de consultas privadas, extrapolándose al contexto hospitalario. Aunque en el caso de Colombia las medidas legislativas y sanitarias no avalan del todo la introducción de animales en centros hospitalarios, en Estados Unidos ya es una realidad e incluso en ciudades como Cali ya existe una patrulla canina que visita a los pacientes.
Basta con interactuar durante unos minutos con un perro, o incluso, en algunos casos, gatos, caballos o delfines, para comprobar el aumento de la tranquilidad de los pacientes, reflejado en la reducción del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea. Acompañado todo esto de un aumento de la serotonina y la oxitocina, relacionadas con la sensación de felicidad y de amor, y un ligero aumento de la dopamina, que provoca sensación de recompensa y bienestar.
Pero, ¿qué hay de las mascotas que tenemos en casa?
Como se decía en un principio, convivir con mascotas supone un paliativo de bastantes enfermedades, así como un motivo para no caer en la dejadez y en la suspensión de los autocuidados.
Tener mascotas, sean perros, gatos, conejos, aves, etc., supone un mantenimiento. Más aún en el caso de los perros que precisan salir de paseo e interactuar con otras personas y animales.
Las mascotas prestan cariño y promueven el entretenimiento, factores que son preventivos de muchas psicopatologías, además de promocionar la salud, al establecerse rutinas y una reducción del sedentarismo.
De hecho, gracias a las nuevas tecnologías, incluso aquellas personas que tienen impedimentos físicos, pueden disfrutar de sus mascotas y cuidarlas de manera óptima, pudiendo acceder a la compra online de accesorios, productos de limpieza y comida para mascota.
Si algo tan natural e innato como el vínculo entre los seres humanos y los animales promueve tantísimos beneficios, no está de más plantearse la opción de adoptar una mascota, más en estas fiestas que se avecinan, en las que los refugios de animales se llenan de perros y gatos que necesitan un hogar.
A pesar de que para llevar a cabo intervenciones terapéuticas es necesario un adiestramiento previo de los animales, la mera compañía ya es una variable muy eficaz, por lo que podría llegar a tratarse de uno de los grandes secretos para reducir los síntomas de algunas de las enfermedades del siglo XXI: estrés, ansiedad, tristeza patológica u obesidad, entre otras.