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Barranquilla, 26 de diciembre de 2021.- Un grupo que también incluye al ex vicepresidente de Pfizer, Dr. Michael Yeadon, presentó una denuncia ante la Corte Penal Internacional CPI en nombre de los ciudadanos británicos contra el primer ministro Boris Johnson y los funcionarios británicos, al igual que contra Bill y Melinda Gates, altos ejecutivos de las principales compañías farmacéuticas, así mismo contra Klaus Schwab, presidente del Foro Económico Mundial, o “World Executive Economic Forum”, y otros más por crímenes de lesa humanidad.

Las vacunas aún se encuentran en ensayos de fase 3 en curso que no deben concluir hasta finales de 2022 / principios de 2023, por lo tanto, las vacunas son experimentales, lo que significa que hay datos limitados a corto plazo y no hay datos de seguridad disponibles a largo plazo.

En una impresionante presentación legal de 46 páginas ante la Corte Penal Internacional el 6 de diciembre, un abogado intrépido y siete solicitantes acusaron a Anthony Fauci, Peter Daszak, Melinda Gates, William Gates III y otros doce de numerosas violaciones del Código de Nuremberg. Estos incluyeron varios crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra definidos por los Estatutos de Roma, artículos 6, 7, 8, 15, 21 y 53.

“ QUEREMOS REPETIR: Es de suma urgencia que la CPI tome medidas inmediatas, teniendo todo esto en cuenta, para detener el despliegue de las vacunas contra el covid, la introducción de pasaportes de vacunación ilegales y todos los demás tipos de guerra ilegal que se mencionan en este documento que se están librando actualmente contra el pueblo del Reino Unido mediante una orden judicial INMEDIATA ”.

Dentro de la denuncia, el equipo argumenta que “con base en las extensas denuncias y la documentación adjunta, imputan a los responsables de numerosas violaciones al Código de Nuremberg, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión en el Reino Unido, pero no limitados a individuos en estos países”.

Además, el grupo británico, que incluye un astrofísico y un empresario de pompas fúnebres, tiene también al cuestionado científico estadounidense Anthony Fauci acusado; al director de la Organización Mundial de la Salud, OMS Tedros Adhanom Ghebreyesus, así mismo a June Raine, directora de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios MHRA al doctor Radiv Shah, presidente de la Fundación Rockefeller; a Peter Daszak, presidente de EcoHealth Alliance, como “responsable de numerosas violaciones del Código de Nuremberg, crímenes de guerra y crímenes de agresión” en el Reino Unido y otros países.

Después de repetidos intentos infructuosos de llevar un caso al sistema legal inglés, los solicitantes recurrieron a un llamado “extremadamente urgente” a la CPI ” para poner fin al despliegue de las vacunas COVID, la introducción de pasaportes de vacunación ilegítimos y todas las demás formas de ilegalidad, guerra … librada contra la gente del Reino Unido”.

En la denuncia presentada el 6 de diciembre, el grupo presenta evidencia de que las “vacunas” COVID-19 son de hecho terapias genéticas experimentales desarrolladas con investigaciones de “ganancia de función” de coronavirus de murciélago, argumentando que estas “vacunas” han causado muertes masivas y lesiones y que el gobierno del Reino Unido no ha investigado estas muertes y lesiones reportadas; que el número de casos y muertes por COVID se ha incrementado artificialmente; que las mascarillas son dañinas por hipoxia, hipercapnia y otras causas; y que las pruebas de PCR son “completamente poco fiables” y “contienen óxido de etileno que causa cáncer”.

Al proporcionar un documento de más de diez mil palabras, el equipo ha reunido una amplia evidencia de que áreas de preocupación han ocurrido bajo el disfraz de medidas o intervenciones para la prevención de un “virus”.

Un área particularmente notable e importante abordada dentro de esta queja documentada, es el hecho de que el número de casos de covid-19 se ha inflado artificialmente debido a la inexactitud y la falta de confiabilidad de las pruebas de PCR.

Además, el uso de una tecnología de vacuna de ARNm nueva, nunca aprobada para uso humano, que es efectivamente un profármaco, significa que no se sabe cuánta proteína de pico producirá un individuo. Los solicitantes argumentan, por lo tanto, que “los posibles efectos de aparición tardía pueden tardar meses o años en manifestarse.

Klaus Schwab, economista y tecnócrata, se ha hecho amigo de muchas naciones, sobre todo de China Xi Jinping, quien pronunció un discurso clave en Davos. Elogió su visión de un Nuevo Orden Mundial. El 25 de enero de 2021, Klaus Schwab prometió su apoyo a Xi Jinping con estas palabras:

“Sr Presidente Xi Jinping Creo que este es el mejor momento para restablecer nuestras políticas y trabajar, conjuntamente, por un mundo pacífico y próspero. Todos damos la bienvenida ahora a su excelencia, Xi Jinping, presidente de la República Popular China”.
Muchos consideran a Schwab como el cerebro detrás del movimiento actual hacia la criptomoneda, la identificación universal y un gobierno de un solo mundo (fascista) que se administrará conjuntamente, de manera totalitaria, con China.

La abogada Hannah Rose y siete demandantes iniciaron la acción de Nuremberg en nombre de las víctimas, toda la población del Reino Unido. Presentó el proceso judicial ante la Corte Penal Internacional ubicada en La Haya. La Haya se destaca por su larga trayectoria en ayudar a las víctimas a buscar reparación por crímenes de guerra y definir pautas éticas apropiadas para la conducta durante la guerra.

Como todos sabemos, antes de someterse a un procedimiento quirúrgico, existe un requisito legal y ético de que se informe al paciente de cualquier riesgo potencial significativo, que incluye infección, hemorragia, daño a los nervios o incluso la muerte. El paciente suele firmar el formulario de consentimiento siguiendo esta explicación. Y como todos sabemos, cada vez que recibimos medicamentos recetados, se nos notifica de los riesgos potenciales en un prospecto y, por lo general, en una conversación con el farmacéutico.

Las vacunas no deberían ser diferentes, pero lo son. A una persona que está a punto de recibir el pinchazo rara vez se le dice que existen riesgos de coágulos de sangre, hemorragia, trombosis cerebral, miocarditis y muerte, pero esos riesgos existen.

La abogada Hannah Rose señala en el punto 40 de su escrito que los estándares éticos del Código de Nuremberg equivalen a una obligación para los médicos y los fabricantes de productos farmacéuticos de cumplir con sus principios .

En consecuencia, cualquier médico o científico investigador que haya infringido cualquiera de los diez principios del Código de Nuremberg enfrentaría responsabilidad penal.

Para subrayar dramáticamente la relevancia de Nuremberg para las horribles muertes que ahora vemos relacionadas con el programa experimental de ‘vacunación’ de ARNm, Rose, en el Punto 34a, incluyó una declaración de un grupo de sobrevivientes del Holocausto, aquellos que experimentaron de primera mano tanto los experimentos nazis y hoy el experimento de la vacuna. Este es un extracto de su perspectiva única.

” Nosotros, los sobrevivientes de las atrocidades cometidas contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, nos sentimos obligados a seguir nuestra conciencia… Otro holocausto de mayor magnitud se está produciendo ante nuestros ojos. Le pedimos que detenga inmediatamente este experimento médico impío en la humanidad. Es un experimento médico al que debe aplicarse el Código de Nuremberg. ”

“La cruda lección del Holocausto es que siempre que los médicos unen fuerzas con el gobierno y se desvían de su compromiso personal, profesional y clínico de no dañar al individuo, la medicina puede pervertirse de una profesión sanadora y humanitaria a un aparato asesino … El Holocausto, aparte de todos los demás genocidios en masa, es el papel fundamental que desempeña el establecimiento médico, todo el establecimiento médico. Cada paso del proceso asesino fue respaldado por el establecimiento médico académico y profesional. ”

Como resultado directo de la experiencia de Nuremberg en la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas pidieron a la Comisión de Derecho Internacional que desarrollara los Principios de Nuremberg, los estándares clave para evitar las atrocidades de los médicos nazis. Desafortunadamente, como señaló Hannah Rose, muchos de estos diez principios del Código de Nuremberg fueron violados sistemáticamente por el Reino Unido y muchos otros países durante la pandemia de COVID-19.