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El Real Madrid y el Atlético de Madrid protagonizan un derbi de rachas opuestas, con las de Zinedine Zidane en su mejor momento en años, con una racha de 20 juegos sin perder y confiable como equipo, dada la necesidad del equipo de Diego Simeone, en el momento más irregular de su larga etapa.

James Rodríguez fue convocado, pero su presencia no es fija. Santiago Arias no estará con el Atlético debido a una lesión.

Asoma por el Santiago Bernabéu, tierra de continuas conquistas de Simeone en el pasado reciente, el cuarto derbi madrileño del curso. Dos de ellos dejaron heridas.

La pretemporada para un Real Madrid vencido en Estados Unidos por un rival que lo avaló siete goles. Más recientemente las rojiblancas, por perder una nueva final contra el mismo rival en la tanda de penales de la Supercopa de España. En medio de un empate a nada en el Wanda Metropolitano.

El contraste de momentos instala alegría en el lado madrileño. Con un bloque reconstruido por un Zidane que se refuerza como técnico después de atrapar a un equipo en caída libre, sin títulos el año pasado ni identidad.

El Real Madrid y el Atlético de Madrid protagonizan un derbi de rachas opuestas, con las de Zinedine Zidane en su mejor momento en años, con una racha de 20 juegos sin perder y confiable como equipo, dada la necesidad del equipo de Diego Simeone, en el momento más irregular de su larga etapa.

James Rodríguez fue convocado, pero su presencia no es fija. Santiago Arias no estará con el Atlético debido a una lesión.

James y el Real Madrid ya tienen un rival en la Copa del Rey
Asoma por el Santiago Bernabéu, tierra de continuas conquistas de Simeone en el pasado reciente, el cuarto derbi madrileño del curso. Dos de ellos dejaron heridas.

La pretemporada para un Real Madrid vencido en Estados Unidos por un rival que lo avaló siete goles. Más recientemente las rojiblancas, por perder una nueva final contra el mismo rival en la tanda de penales de la Supercopa de España. En medio de un empate a nada en el Wanda Metropolitano.

El contraste de momentos instala alegría en el lado madrileño. Con un bloque reconstruido por un Zidane que se refuerza como técnico después de atrapar a un equipo en caída libre, sin títulos el año pasado ni identidad.

En un período de bajas de la importancia de Eden Hazard, quien soñó con regresar dos meses después en este gran juego, pero tendrá que esperar, ha enganchado a una gran parte de su escuadrón para encadenar una racha de 20 juegos sin perder lo que ha provocado Su autoestima.

La conquista de la Supercopa de España, el liderazgo de la Liga y su paso firme en la Copa del Rey de sorpresas, mientras tacha días para su duelo europeo contra la ciudad de Pep Guardiola, relanza las ilusiones del Real Madrid, que se enfrenta a un coincidir con el imparable deseo de hundir al vecino.

Pero Zidane queda libre. Él tiene una licencia para todo. Hasta alabar a los eternos enemigos del Real Madrid. Dijo hace unos días que Guardiola es el mejor del mundo y ahora es compatible con un Simeone conmovido. Esa elegancia, tan cerca de la mansión que marcó el
El Real Madrid en su pasado no lo tendrá en el campo, donde busca una victoria que definitivamente aleje al Atlético de Madrid de cualquier pelea que no sea terminar en la posición de la Liga de Campeones.