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Quemen el Sofá. Por: Miguel Ángel Lacouture

Los acontecimientos recientes en las exportaciones y comercio internacional  en Colombia se han visto afectadas por la introducción de alijos de cocaína y la constante intención del gobierno Petro en convertirse a través de Colombia, en líder global.  Situaciones de las cuales no somos responsables como sociedad, llevan a  concluir, que el enfoque político que se pretende dar no es diferente a aquellas situaciones en que a sabiendas de las causas de la infidelidad de la pareja, se decide vender o quemar el sofá donde se consumó la falta, este gobierno busca la calentura en las sábanas, más no hace el diagnóstico de la causa de las constantes fiebres.

La Ganadería colombiana en últimos tiempos, ha sido blanco de ataques permanente de ambientalistas, animalistas y progresistas; desde la inaceptable interpretación de ser una actividad ambientalmente insostenible, a pesar de que  estudios serios que concluyan lo contrario.

En el acuerdo firmado con Fedegán, para efectos de facilitar la compra de tierras productivas, aceptan la transformación de 10 M de hectáreas de ganadería extensiva a sistemas de Silvopastoreo que permita aumentar cargas por hectáreas, con mayores resultados, para liberar suelos fértiles con destino a la agricultura.

Se nos tilda de deforestadores de la cuenca amazónica para dedicarla a la ganadería, situación ajena al ganadero, quien no tiene como objetivo empresarial esa función. Distinto es que los delincuentes narcotraficantes extiendan las fronteras agropecuarias, en cultivos lícitos para la utilización de esos suelos y en el mientras tanto, llevan reses para ocupar esos terrenos. Cabe recordar que, al respecto, está vigente la resolución 007067 del 2 de mayo de 2022 que prohíbe y sanciona la actividad en estas áreas.

Los grupos animalistas desde hace años han venido intentando detener las exportaciones de bovinos en pie, so pretexto del incumplimiento de los exportadores colombianos de las Recomendaciones de la OIE (Organización Internacional de Epizootias) y el OMSA (Organización Mundial de Salud Animal) en las que claramente no son normas de obligatorio cumplimiento. Lo anterior fue definitivamente zanjado por la Ministra de Agricultura y el Viceministro de Comercio, quienes son enfáticos en señalar, que hacerlo, viola las normas del GATT (Acuerdo General de Aranceles  y Comercio), artículo 11.

Importante traer a colación el incidente del Buque Orión V, antes Spiridon, el cual fue contaminado con 4.5 T de cocaína fuera del puerto de Cartagena, al parecer en aguas internacionales, por narcotraficantes. La Armada Colombiana, mediante seguimiento satelital detecta la introducción del alijo de cocaína y avisa a autoridades españolas para que una vez se encuentre en sus aguas territoriales, hagan las pesquisas, que dieron los resultados conocidos por todos a través de los medios de comunicación.

Es trascendental que los despachos cumplieron con todas los requerimientos legales vigentes en la ley colombiana, se hicieron FOB (Free on board, Libre a Bordo), la responsabilidad del vendedor va hasta colocarlo en las aduanas del país exportador, sin seguros y fletes.

Los hallazgos de droga entre nosotros se han dado en valijas diplomáticas, avión presidencial, buque insignia, cargamentos de todo tipo de productos y las operaciones de comercio exterior siguieron su curso. En el negocio ganadero del que viven más de 600.000 familias (de los cuales alrededor del 90 % son pequeños). Con 30 M de reses en el hato nacional, aporta más de 1 M de empleos directos y permanentes; Us 502.425 Millones en exportaciones (Us 310.041 M en pies).

Se desata un ataque mediático política por la oposición sin cuartel en contra del ganadero, las reses, se les denomina narcovacas y pequeña empresa ganadera. Más triste es el silente silencio del gobierno nacional, sin salir en defensa de la empresa ganadera, solo Fedegán y los ganaderos hemos librado esta batalla en los medios de comunicación.

Lo que está sucediendo con las exportaciones de ganado en Colombia, es comparable, guardadas las proporciones macroeconómicas, a lo que se adelanta contra las industrias extractivas de petróleo, carbón y mineras, buscando convertirse en líderes mundiales de impactos globales en los que poco o nada se aporta. Para el caso de  las exportaciones  Ganaderas que cumplen con todas las normatividades vigentes, en la legislación Colombiana, se pretende imponer, las anotadas recomendaciones de la OIE y OMSA, como de obligatorio cumplimiento. A pesar de que las exportaciones de ganados en pie meramente ascienden al 1.3% del hato nacional cumpliendo con todos los requerimientos de ley.

Los ganaderos nada tienen que ver con los negocios del narcotráfico. El Estado y los partidos de oposición debe disculpas a la industria pecuaria bovina y bufalina, que a pulso han sostenido la empresa en medio de todo tipo de asedio y aun así siguen adelante, siendo la empresa que mayor aporte socioeconómicos hace al sector rural, la solución no está en quemar el sofá, está en preguntarnos, qué está fallando, ajustar, corregir falencias y seguir adelante buscando siempre mejoras que nos permitan ser competitivos en el contexto global.

@lacoutu

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