Hoy quiero dedicarles mi columna de opinión a las mujeres de Colombia quienes, desde los albores de la independencia, han ofrecido lo mejor de si para darles a sus hijos una patria libre de tiranos y soberana.
El papel de las mujeres en la historia de la humanidad y de todas las civilizaciones ha sido fundamental.
Muchos desconocen a muchas mujeres que utilizaron su imaginación, su voluntad, sus fuerzas y no pocas veces sus vidas para defender una sociedad justa para ellas y para los hombres. Muchas de ellas han tenido que luchar contra la incomprensión de los ciudadanos, contra el fascismo y la discriminación, la violencia de género, de raza o de clase social.
Las mujeres fueron decisivas en el Éxodo del pueblo hebreo que salió de Egipto comandado por Moisés a la tierra prometida.
En nuestro pais, desde principios de la gesta libertaria se destacaron por su amor a la patria y en la defensa a la libertad, los derechos de los ciudadanos y de la familia, Antonia Santos, fusilada por declararse enemiga de la monarquía, Policarpa Salavarrieta, patriota fusilada por defender a su patria y quien, en el momento de su ejecución expreso: “Muero por defender los derechos de mi patria”, María de los Ángeles Cano Márquez, que lucho por los derechos de los colombianos y los trabajadores, Soledad Acosta de Samper destacándose por su papel en la lucha por los derechos de las mujeres, Gloria Valencia de Castaño, entrego su vida a los medios de comunicación, pionera de la radio y la locución, Esmeralda Arboleda, se desempeño como Constituyente en 1.954 y fundadora de la lucha feminista contra la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla, Teresita Rojas, pintora y acuarelista, Teresita Gómez música interprete maravillosa del piano.
Regionalmente en el huila recordamos con profundo afecto a Belén Gutiérrez de García, representante a la Cámara, a Olga Duque de Ospina gobernadora y senadora de la república, a Yolanda Zambrano de Rojas exdiputada, a Cielo Tovar Marroquín alcaldesa de Neiva, a Margot Trujillo de Vargas, a Emma de Ramírez, entre otras valientes mujeres que le dieron lustre a nuestra región y a la raza opita.
Varias preguntas se hicieron las mujeres que acompañaban a Moisés en la emigración, salida o peregrinación del pueblo hebreo a la tierra prometida: Yo quiero que nosotros, los colombianos, parodiándolas también nos las hagamos: ¿Quieren a Petro como amo? ¿Quieren a un amo del sufrimiento?, ¿O queremos ser libres de cualquier amo?
Y también que les podamos responder con valentía: ¡Lucharemos por nuestra libertad! y para lograrlo, debemos arriesgarlo todo. ¡La libertad no se da! ¡Debe tomarse!, mostrémosles el camino.