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La participación del corrupto Armando Benedetti, ministro del interior, anunciando que, previo a la convocatoria del mecanismo de participación ciudadana de la Consulta Popular, se adelantara una “consulta de preguntas” dirigida a la ciudadanía para que envíen, a un portal oficial que abrirá el gobierno, todas las preguntas que puedan ser imaginadas disque para ser incluidas, “la voz del pueblo es la voz de Dios”, dentro del cuestionario de la Consulta constitucional, se constituirá en una burla colosal que no terminará en nada, como ha ocurrido permanentemente en este gobierno.

Lo inaudito es que mediante esa “consulta de preguntas”, el corrupto ministro ha ordenado incluir en el cuestionario los nombres de los congresistas que no votaron las reformas del ejecutivo para que el pueblo presione a sus congresistas, como una forma de extorsionarlos y/o amenazarlos en su integridad personal y física, si no respaldan las iniciativas oficiales.

Nunca habíamos visto que un gobierno se atreviera a incluir, y a colocar en la picota del escarnio público a 136 congresistas de los partidos de oposición, poniendo en peligro sus vidas por la temeridad e irresponsabilidad del gobierno de Gustavo Petro. Si eso ocurre, el único responsable de lo que pueda suceder es el gobierno nacional.
Además, la inclusión de los nombres de los congresistas en una consulta de esa naturaleza tiene graves implicaciones, tanto políticas como jurídicas. Las consecuencias de incluir los nombres de los congresistas politizarán el mecanismo de participación ciudadana, ya que el gobierno estará instrumentalizando el mecanismo para fines partidistas y personalistas. Es una forma de presionar políticamente al congreso de Colombia, o de responsabilizarlos públicamente, afectando la independencia del Congreso.

Así mismo, se estará vulnerando el derecho a la honra y buen nombre de los miembros del Congreso. La actitud de Benedetti de formular “la consulta de preguntas” genera estigmatización de una de las partes y agudizará la división de poderes, tensando la relación entre el ejecutivo y el legislativo.

¿Cuántas preguntas podrían salir de la equivocada iniciativa del corrupto ministro? No sé cuántas, pero con seguridad que serán muchísimas preguntas las que llegarán, en el entendido de que, para que una Consulta Popular, afianzada en la constitución, tenga viabilidad no debe incluir más de 10, o máximo 15 preguntas. Pero, además, las interrogantes deberán tener UNIDAD temática, lo ha dicho la Corte Constitucional, es decir, deben estar relacionadas entre sí, deben ser claras, concretas, no ambiguas y que su contenido pueda ser ejecutado legalmente si gana el “si”.

En la práctica en Colombia las consultas populares han tenido entre 1 y 7 preguntas. De ahí, que la artimaña del corrupto ministro solamente busca enredar la pita y engañar al pueblo, porque el 99% de las preguntas que llegarán a través de la farsa oficial, no serán tenidas en cuenta por falta de unidad de criterio, por lo que la verdadera Consulta Popular se convertirá en una grotesca burla del gobierno de Gustavo Petro contra el pueblo de Colombia.

A mí, particularmente, me queda una inquietud: ¿Los grupos narcoterroristas dejarán hacer la consulta; a menos de un año de las elecciones presidenciales?, ¿o serán otro factor de perturbación?