COLUMNISTAS

El domingo anterior escuché la entrevista que le hizo al presidente Gustavo Petro el destacado periodista Juan Manuel Acevedo, director de noticias de RCN televisión, y me pareció un verdadero despropósito del mandatario cuando asevero que, desconociendo la institucionalidad, es el caso del congreso de la república y la constitución nacional, pretende movilizar peligrosamente, a lo que él llama el pueblo, a constituirse como poder constituyente, por encima de los otros poderes del estado, las cortes y el congreso.

Esa actitud, en buen romance podría catalogarse como dictadura, y lo más grave es que cualquier medida que en ese caso se llegare a tomar, atentara contra el estado de derecho.

Para información de los lectores el poder constituyente tiene unas características, de ser factico -político (esto es, que a través de sectores de la sociedad al margen de las instituciones políticas, como la banca, la iglesia, los medios de comunicación, ejercen sobre ellas una gran influencia basada en la presión), ilimitado (que no tiene límites) y originario ( el poder constituyente puede ser originario o derivado, es originario cuando se ejerce en la etapa fundacional del estado, para darle nacimiento y estructura).

Aquí es donde se le tuerce el pescuezo a la propuesta de insurrección general que esta proponiendo el presidente Gustavo Petro, porque Colombia es un pais pacifico, una república civilista, que viene funcionando desde el 20 de julio de 1.810, o sea, que la aventurada propuesta que esta jugando el gobierno es un distractor como todo lo suyo, pero en este caso se esta valiendo del dolor de la pobreza de amplios sectores de nuestra sociedad para llamarlos a una revolución en la que el único ganador seria la imposición de un régimen totalitario, autoritario y castro -chavista, al mejor estilo de los de Cuba y Venezuela, que desde hace más de 60 años y 25 años llevaron a la miseria a sus pueblos, respectivamente.

Si el gobierno de Petro desea los cambios que el congreso en su sabiduría los ha negado por inconvenientes para los colombianos, es el caso del de la salud, tiene todavía dos caminos: 1.- Convocar a los partidos, a concertar las reformas. Es claro que las propuestas impositivas son odiosas, pues creerse Petro el nuevo Libertador para “refundar a Colombia” es un exabrupto, ya que Petro no es dueño de la verdad revelada; 2.- acudir a un referendo para consultarle al pueblo si desea esos cambios y reformas en materia de salud, laboral, pensional, educación, electoral etc. ¿O ES QUE LE TIENE MIEDO AL PUEBLO? Señor Petro, no lo azuce al peligro, no sea irresponsable.

Primero demuestre señor Petro que sabe gobernar, pues como lo ve la opinión pública, Ud. es el peor presidente en la historia de Colombia, tiene la más baja ejecución presupuestal en estos casi dos años de mandato, y si quiere reformas, hágalas respetando la constitución y las leyes de la república.

A los indígenas, a los campesinos y en general al pueblo sufrido, mi mensaje es que no se dejen utilizar con promesas falsas. La pregunta que me surge es la siguiente: ¿Si Petro se considera el Mesías, porque no ha impulsado los programas sociales en favor de las clases más vulnerables del pais? Él les dice a Uds., “que es que no lo han dejado”. Eso es mentiras. Lo que sucede y acontece es que Petro nunca se preparó para ser un buen presidente. Él lo que quiere es volver patas arriba a Colombia como nación democrática y libre.