
Le he preguntado a mi maestro si la violencia entre el ELN y las disidencias de las Farc en el Catatumbo se podrían considerar como un HECHO SOBREVINIENTE que justifique la declaratoria de conmoción interior, y mi profesor me respondió de la siguiente manera:
Según la Corte Constitucional, un hecho sobreviniente es un acontecimiento imprevisto, grave y repentino que afecta el orden publico y que, ojo a esta parte, no pueda ser manejado con las facultades ordinarias del Estado. Y me pregunto: ¿Por qué no podría ser manejado con las facultades ordinarias del Estado?, Pues, porque el gobierno de Gustavo Petro, en estos 29 meses, se encargo de eliminar las facultades inherentes a las fuerzas armadas de la república, a quienes limito en elementos para la defensa del orden público, también debilito a las distintas armas en que se componen nuestras fuerzas armadas, al ejército, a la Fuerza Aérea, a la Armada y de policía, en número de miembros por el licenciamiento de altos y medios mandos militares y en la calculada des provisión de materiales y de equipos para contrarrestar a los violentos. Nada de lo que aquí afirmo es desconocido por la opinión pública.
En el caso del Catatumbo esas condiciones no se cumplen porque las peleas se deben a una disputa territorial entre bandas del narcotráfico, del ELN y las disidencias de las Farc. Tampoco se trata de un fenómeno nuevo, ya que el pais, con la debida anticipación conoció de las alertas tempranas que anuncio la oficina de la Defensora del Pueblo sin que el gobierno nacional hubiese hecho caso a las advertencias formuladas por la defensora nacional.
La Corte Constitucional ha sido cuidadosa al avalar estados de excepción. La Corte ha señalado que los enfrentamientos entre bandidos armados no siempre justifican la conmoción interior si hacen parte, como evidentemente lo hacen, de una estructural violencia que el Estado conoció y está obligado a manejar con herramientas ordinarias.
Si la ciudadanía se detiene un momento a revisar lo que pretende hacer el gobierno de Gustavo Petro con la patraña que acompaña su intención de acudir a un estado de excepción, podrá ver que el recrudecimiento de la violencia en el Catatumbo tuvo sus raíces, en estos últimos meses, en el calculado debilitamiento de nuestras fuerzas armada autorizado por el ejecutivo. No de otra manera se podrá interpretar la visita que recientemente hizo el ministro de defensa colombiano a su par de Venezuela, el general y jefe del Cartel de los Soles, José Manuel Padrino, por quien los Estados Unidos están ofreciendo, por su captura, una recompensa de US$15 millones de dólares, y a la presencia de Diosdado Cabello ( recompensa US$50 millones de dólares) en territorio colombiano para visitar a los actores armados del ELN protagonistas del escalamiento bárbaro y violento, en la zona. En ese orden de ideas, le corresponde a la Corte Constitucional revisar si la medida es proporcional y necesaria, o si el gobierno puede manejar la situación con medidas ordinarias.
En conclusión, el pais debe estar alerta a los “decretos con fuerza de ley” que con afán esta dictando el gobierno de Gustavo Petro y sus ministros Zurdos con la intención de crear un verdadero caos en la región del Catatumbo. La disputa entre los bandidos es sobre 50.000 hectáreas sembradas de coca. Si lo que quiere Petro es darles tierra a los campesinos afectados por la violenta acción de los criminales, que proceda a declarar la extinción de dominio de esas 50.000 hectáreas y las reparta entre las familias damnificadas.
Una respuesta
Concepto muy a cerrado. Y mejor explicado no puede ser.