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Barranquilla, 25 de agosto de 2017.- La Fiscal de Venezuela, Luisa Ortega, regresó a Colombia este jueves, sin ningún tipo de problemas luego de que Nicolás Maduro afirmara que buscaría que a través de la Interpol fuera capturada y puesta a las ordenes de las fuerzas de seguridad del régimen, no obstante la mujer entró al país y aplazó la cita que tenía con el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, debido a que primero resolvería su situación migratoria en Colombia.

El director de Migración Colombia, Christian Krüger manifestó que “si Luisa Ortega no tiene ninguna orden de captura podrá entrar y salir de nuestro territorio como cualquier otro extranjero sin ningún inconveniente”. Afirmó que “por el momento no hay nada que le impida desenvolverse en el país, donde podrá permanecer por 90 días y posteriormente volver a generar otro permiso de estadía por otros 90 días más”.

Desde su cuenta de tuitter, afirmó que con éxito participó en el encuentro con Fiscales Generales del Mercosur donde compartió más información sobre corrupción de Odebrecht. Reiteró que no descansará en esta lucha de acudir a todas las instancias internacionales a denunciar la violación de los DDHH en Venezuela. Finalmente solicitó al pueblo venezolano no perder la esperanza. Expresó que “estamos avanzando por el camino correcto para restablecer la democracia y la paz en Venezuela”.

La Fiscal entregó a la revista alemana “Der Spiegel” una entrevista en la que en un primer avance, señala que no se siente segura luego de haber abandonado su país, porque tiene conocimiento que el régimen de Nicolás Maduro le ha enviado sicarios: “Tengo información que han mandado sicarios por mí”. E insistió en “las pruebas que dice tener contra Maduro demuestran que efectivamente recibió dineros por parte de una empresa mexicana de plata pública destinada para la compra de alimentos”

Mientras en Venezuela, el régimen de Maduro allanó este jueves la residencia de Gioconda González, directora del despacho de la Fiscal Luisa Ortega Díaz. Al igual que fue allanada la casa de una sobrina de Ortega Díaz en San Bernardino.