COSTA NOTICIAS

Los soldados muertos. Por: Coronel (RA) Hugo Bahamón Dussán

Promotor del Partido Nuevo y Limpio

Esperé a que pasara la resaca de las elecciones para escribir esta columna.

La verdad, no quería contaminar algo tan sagrado con algo tan sucio.

Inicio con esta pregunta:

¿Para que sirvió la muerte de tantos soldados?

Su muerte sirvió para vencer en el campo de batalla a las narcoguerrillas y devolverle la seguridad a Colombia.

Ahora, la irresponsabilidad e indolencia de la “caterva de descastados” han permitido, por acción y omisión, que esas narcoguerrillas regresen y con ellas regrese la inseguridad, el crimen, la violencia y la muerte.

En otras palabras, la caterva ha logrando que el sacrificio último de esos héroes haya sido inútil.

Vuelven a campear las narcoguerrillas y volverán otras vez los soldados muertos.

Las recientes elecciones no fueron el entierro de la caterva.

Pero sí fueron el comienzo de ese entierro.

Líderes nuevos e independientes aparecieron en el firmamento político.

Todos ellos serán considerados para hacer parte del Gran Partido Nuevo y Limpio que los congregará para, al fin, asestarle el golpe de gracia a la caterva en el 2026.

En estas elecciones se mostró viva la pseudemocracia.

Muchos fueron elegidos por votos a cambio de coimas, puestos y contratos.

Lamentablemente, esos que salieron elegidos así, no son los mejores.

Son los mismos ineptos, corruptos, indolentes de siempre quienes van a estar más preocupados por recuperar su inversión con creces que en solucionar los problemas de sus “electores”.

Colombianos, no nos llamemos a error.

Estas elecciones son tan solo el inicio de la lucha.

Ahora viene la tarea de convocar a todos esos elegidos nuevos y limpios.

Ellos serán fundamentales en el proceso de ruptura política que nos permitirá devolverle la verdadera democracia a Colombia.

Ellos son la muestra de que sí se puede hacer elegir a los mejores, los más honestos, los más capaces y los más comprometidos.

En el 2026 replicaremos ese ejemplo por miles.

En ese momento, y tan solo en ese momento, cuando nuestra patria viva su segunda independencia, sabremos cuán útil y sublime fue el sacrificio de los soldados muertos.

Colombianos, no hay marcha atrás.

Atrás, está el abismo.

Comparte esta entrada:
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit, sed do eiusmod tempor incididunt ut labore et dolore