Según la FLIP, entre 2023 y 2024 han documentado 171 casos de agresiones contra mujeres periodistas.
Barranquilla, 2 de septiembre de 2024.- Las recientes declaraciones de la cabeza del régimen de extrema izquierda que gobierna a Colombia, Gustavo Petro Urrego, en las que atacó no solo a libertad de prensa sino también a las mujeres periodistas colombianas que ejercen su oficio llamándolas de forma peyorativa como “muñecas de la mafia”, ha generado una oleada de rechazo tanto de ciudadanos como de organizaciones y figuras prominentes del periodismo.
Las palabras de este deslenguado, desaforado han sido ampliamente condenadas por ser degradantes, descalificantes y estigmatizantes hacia el trabajo de las mujeres periodistas en Colombia quienes a través de los medios de comunicación han hecho cantidades de denuncias que hoy día lo tienen practicamente fuera del poder, lo que al parecer lo tiene desesperado y descontrolado.
Entre las organizaciones que han rechazado estos abusos, violaciones al la libertad de prensa e irrespetos contra las mujeres periodistas, está el pronunciamiento de la Fundación para la Libertad de Prensa quien denunció que las declaraciones del presidente perpetúan estereotipos de violencia contra las periodistas. En su comunicado, afirmaron que el presidente, “como vocero del Estado colombiano, tiene la responsabilidad de garantizar los derechos de las mujeres periodistas y a que no sean agredidas por la labor que hacen”.
Por su parte la Defensora del Pueblo, Iris Marín, auqnue extemporanea porque no tuvo la valentía para enfrentarlo cuando frente a ella expresó sus malintencionadas palabras y calificativos misoginos y violatorios de la libertad de prensa y de la libertad de las mujeres a ejercer su profesión, no obstante fue firme y defendió a las mujeres periodistas.
“No esperen de mí como Defensora del Pueblo que justifique el lenguaje discriminatorio o que estigmatiza a las mujeres. Seré coherente: la columna de esta Defensoría del Pueblo es la igualdad. Rechazo toda forma de violencia contra las mujeres”.
“No hay espacio para estigmatizaciones o agravios frente a las periodistas. Nada lo justifica. No somos muñecas ni instrumentos de nadie. Debatamos las diferencias, no violentemos a las mujeres.”