La tiranía de Venezuela ha protegido al ELN y a la Farc. Estas guerrillas, estos grupos terroristas, han protegido a la tiranía y también le han servido a la tiranía, de sicarios. No hay que descartar que la tiranía pueda hacer lo mismo con el Clan del Golfo.
Esta tragedia del Catatumbo es muy grande. Más de 80 personas asesinadas, niños, niñas, personas que habían
firmado la paz. Imagínense ustedes. Y más de 38.000 desplazados. Esta masacre del Catatumbo entra a la luctuosa
historia de masacres en Colombia, de Bojayá, de la Chinita, de la Mejor Esquina, de aquellas dos que tanto perturban mi alma: La Granja y El Aro, de los paramilitares, que hacen parte de las más de 80 masacres que hubo en Antioquia durante mi Gobernación. Esta masacre del Catatumbo se suma a la lista luctuosa, donde también está Machuca y ha sido todo con premeditación de la tiranía. Informan los militares de Venezuela. Lo han corroborado muchos medios de comunicación, mucho analista extranjero, que la tiranía ha querido justificar esta masacre diciendo que la Farc y el Clan del Golfo estaban en el propósito de tumbar a la tiranía.
Y como esas tiranías mienten sin ruborizarse, no tienen límite, no tienen vergüenza. Entonces dicen, para justificar esta masacre, que yo estaba orquestando tumbar a la tiranía con el Clan del Golfo y con la Farc. El deterioro del Catatumbo viene desde hace mucho rato. Santos entregó a la tiranía de Venezuela las llaves, al nombrar a esa tiranía mediadora en el proceso de paz con la FARC. Un gran error. ¡Cómo nombran una tiranía, que es socia del grupo terrorista, cómo la nombran de mediadora! Y eso llevó a que la tiranía obligara al Gobierno de Colombia a claudicar ante Farc. Y el Presidente Petro ahora busca que la solución venga también de Venezuela. El problema no es de la Nación, el problema es de los gobiernos. Y hablemos del mío.
Los gobiernos que presidí no convirtieron al Catatumbo en algo perfecto, pero mejoró mucho. Allá tuve Consejo Comunitario, muchas reuniones con la comunidad. Cuando llegué había aproximadamente 15.000 hectáreas de coca. Cuando nuestro Gobierno salió, 600. Un año después se dijo que eran 2.000. Hoy hay alrededor de 52.000 hectáreas de coca. Santos legalizó la siembra de coca con el proceso suscrito con la Farc. Pero apenas empezaba Norte de Santander a sembrar palma, cuando empezó nuestro Gobierno, en el solo Catatumbo, dejamos en 2010 casi 18.000 hectáreas de palma y allá incorporamos Familias Guardabosques. ¡Qué tema tan importante! 3.118 familias guardabosques. Dejamos 4.800 hectáreas de cacao. Hoy hay más o menos 8.000. Todos los cultivos con familias campesinas sin que se cambiara la propiedad campesina sobre esos terrenos en el Catatumbo. Pero allá llegamos con el régimen subsidiado de salud. Allá llegamos con Familias en Acción. Allá llegamos con todos los instrumentos sociales de nuestro Gobierno. Con los ancianos. Avanzamos mucho en la carretera que va de Sardinata-Ocaña al Cesar. Ocaña, a la capital del Catatumbo. Dejamos un contrato para hacer la otra vía, la vía que va de Tibú-El Tarra-Convención- La Mata, para atravesar la cordillera. Entonces dicen que no la hicieron, que porque nuestro Gobierno apenas dejó $70 mil millones. Es verdad. Pero si en lugar de haberse gastado el dinero en mermelada, hubieran aportado $70, $80 mil millones cada año, esa carretera la habrían terminado.
Este no es un tema de la Nación. No es un tema del pueblo colombiano. Es un tema de los gobiernos. Y hoy hay dos grandes problemas: la debilidad de la Fuerza Pública. Dificulta mucho recuperar la seguridad en Colombia, recuperarla en el Catatumbo e infortunadamente el Gobierno Petro ha aceptado que entre Venezuela, que “a parar la masacre”, la masacre que la misma tiranía ha inducido. Qué tristeza constatar en los hechos que el Gobierno de Colombia ha aceptado reconocer a Maduro, su tiranía usurpadora que perdió las elecciones. Esto es, la sangre del Catatumbo ha obligado al Gobierno de Colombia a reconocer a la tiranía usurpadora de un poder que perdió en las elecciones.