COLUMNISTAS

Por: Jorge Vergara Carbó

La semana pasada se dieron dos eventos importantes,  supuestamente el primero para aclarar lo concerniente al robo de $27.355 millones de pesos incluyendo el IVA, cuyo único detenido con casa por cárcel es Ramón Navarro Pereira, como si él fuera el único culpable,  no solo en el robo de esos recursos, sino también en el pago de una asesoría de gestionamiento que NO se prestó por $227.000 millones,  y el de unos subsidios por $70.000 millones que están embolatados.
Para esta fechoría el señor Ramón Navarro actúo acompañado de otros ejecutivos y miembros de la junta directiva de la empresa como de la casa matriz “Canal Isabel Segunda”. Él no podía actuar sin la ayuda de terceros. Antes que conciliar el Fiscal 38 debería forzarlo a que diga los nombres de quienes participaron en el asalto a la empresa, pero el fiscal nada de eso dijo, solamente se centró en hablar de reparación, como si el problema solo estuviera en reparar a las víctimas que somos todos los usuarios de esos servicios que hemos pagado unas tarifas más altas de las que deberíamos haber pagado.
La conciliación por daños causados  se realizó en Combarranquilla de la calle 76 con carrera 57, piso 2, salón Ejecutivo el 9 de mayo. La reunión  fue convocada por el Fiscal 38 de la Dirección Especializada contra la Corrupción de la ciudad de Bogotá José Gilberto Romero Vásquez,  a instancia de las víctimas y del procesado,  con el objeto de establecer el reintegro de lo robado y determinar la cuantía que le corresponde a quiénes se hayan declarado víctimas. Se presentaron a dicha reunión el procesado con su abogado, por la Triple A Ramón Hermes Redondo como representante legal con su abogado  y Galeano Franceschine, Hernando Castro Nieto y Rosmary Flórez Escorcia, por la alcaldía Jorge Padilla Sundehein y Guillermo Puyana como apoderado del alcalde, por los accionistas minoritarios Hernando Acuña y Jesús Sandoval, y por parte de Inassa Armando Lacouture como apoderado suplente.
El representante de Ramón Navarro inicia diciendo que en febrero de este año presentó al Distrito la propuesta de reparación a las víctimas y que solo reconoce como víctimas al Distrito y a los socios minoritarios. Terminó ofreciendo $900 millones de los $22.000 millones que al descontar el IVA quedan en $18.777 y, no ofrece nada sobre los $4.500 millones debido a que esos los cobró Inassa, que sumado el IVA daría $855, llegando a la suma de $27.355, que es el dinero perdido por contratos inexistentes y otros, del año 2.010 al 2.012.
En el acta no contemplan la posibilidad de que el robo se haya cometido hasta el último día de trabajo de Ramón Navarro. Eso no lo ha investigado ni tocado la Fiscalía. Lo mismo sucede con las personas dentro del cuerpo administrativo y de junta directiva que sabían y participaron en este ilícito. Entonces,  ¿quién se quedó con los $17.877 millones restantes, ya que el señor Navarro dice que solo devolverá $900 millones . Ni eso se lo pregunta la Fiscalía. ¿No les parece raro? Lo único que preguntó el Fiscal fue si el CVY era en especie o en efectivo.
Lo sorprendente es la respuesta del representante del Distrito como la de los accionistas minoritarios, que dicen que van a estudiarla cuando su posición ha debido ser radical y no aceptarla siquiera que devolvieran los $27.355 millones, sino que la Fiscalía investigara con mayor profundidad para encontrar a los culpables de este descalabro, como de las otras acusaciones que hace la Procuraduría y la misma Fiscalía.
Para complementar la “burla” a los barranquilleros, se programa una asamblea de la empresa en su sede de la carrera 58, el día viernes 11 de mayo, es decir dos días después del circo de la reposición, a las 8:30 de la mañana, donde se presentan los socios príncipes incluyendo el Distrito y a los socios minoritarios, entre ellos varios gremios y después de cuatro horas de reunión, deciden,  “contratar una firma externa para que revise el contrato de asesoría de gestionamiento entre Inassa y la triple A”.
En mi vida había visto una propuesta tan inteligente, de contratar a una firma externa para que me diga a mí, que soy el dueño de la empresa (Inassa), que nombro al gerente de la empresa Triple A, que Inassa si presta la asesoría de gestionamiento y la sigue prestando. Parar eso no se necesita contratar a nadie, la sola Procuraduría o Fiscalía o Contraloría Distrital pueden verificar si se prestó  o no dicha asesoría. Basta pedir las actas de las distintas reuniones entre los ejecutivos de la Triple A y los expertos de Inassa e igualmente solicitar los documentos entregados a la empresa en esa asesoría técnica y administrativa.
No nos crean tan idiotas, lo que queremos los barranquilleros es que Ramón Navarro prenda el ventilador para que diga que funcionarios y directivos participaron y conocían del robo,  e igualmente todo lo concerniente a la empresa que monto con su esposa en los paraísos fiscales y que fue señalada en los “papeles de Panamá”.
Nos duele como barranquilleros la posición del Distrito que acepta no solo lo de la reposición, sino también la propuesta de la asamblea y que en ambos eventos no haya propuesto que el interés del Distrito es recuperar el manejo de la empresa y no de recibir unos cuantos pesos, y más bien fijar su posición de quitarle a la Triple A el servicio del aseo. Lo que quieren es echarle tierra a la corrupción de la Triple A, eso los barranquilleros no se los van a permitir, por ello como lo dice el periódico La Libertad del día 15 de mayo, “En solo quince minutos se puede acabar el caso Lezo, si Ramón Navarro Pereira suelta el ventilador”.

Los barranquilleros no debemos descansar hasta que caigan los culpables y lo más importante hasta que recuperemos el control de la empresa Triple A. Ese debe ser nuestro objetivo, eso es lo que nos mueve a escribir e investigar sobre el tema.

Alcalde tome nota.

Barranquilla, Mayo 16 de 2.018