A raíz del proceso de moción de censura contra el Ministro de Defensa, por los resultados de una acción militar de hace algunas semanas en la cual fue abatido un peligroso narcoterrorista de las FARC y que tuvo como daño colateral la muerte de varios combatientes entre ellos algunos menores de edad (reclutados por esa organización criminal y que estaban en el campamento bombardeado) se ha generado una serie de cuestionamientos al proceder de la fuerza pública y el gobierno nacional.
Lo paradójico y perverso del cuestionamiento es que lo lideran personajes de nuestra política que de un momento a otro se preocuparon por los menores reclutados obligatoriamente para participar en acciones criminales; pero fueron los mismos que cuando se dio la negociación entre Juan Manuel Santos y las FARC (que jamás aclaró la situación de centenares de menores combatientes y esclavos sexuales que ese grupo narcoterrorista secuestró antes y durante la negociación en la Habana) permitieron que el tema de menores en filas se ocultara completamente; no se incluyó en las negociaciones ni en el documento firmado y todos ( hasta la ONU ) de manera cómplice lo permitieron.
Hace unos meses hablé del tema (pueden leerlo en el link: Secuestrados Desaparecidos: Que FARC, Delegado ONU Y Juan Manuel Santos Respondan. Por: Duván Idárraga hoy lo reitero; la perversa realidad en el acuerdo Santos-FARC es que el tema de los menores fue ilegal y descaradamente desconocido por el gobierno (cuando se le preguntó a Sergio Jaramillo por ello, con cinismo absoluto respondió que le preguntaran a las FARC; recordemos que a César Gaviria cuando se le preguntó por los menores combatientes de las FARC, en medio de una cínica carcajada, dijo que se les había olvidado; Santos jamás habló del tema); por la ONU que simplemente se preocupó por sus jugosos contratos y no por exigir la verdad y liberación de cientos de menores; por la clase política que respaldó el proceso y jamás nada frente al tema de menores combatientes; por medios y periodistas que no hicieron visible semejante crimen. Es el cinismo y la doble moral de quienes hoy acusan a la Fuerza Pública y al gobierno por una acción abiertamente legal y dentro de los parámetros del DIH, como lo ratifica el riguroso análisis del doctor Rafael Nieto L (al final está).
Lo más delicado del asunto es que la izquierda, las FARC y sus aliados (políticos, medios y periodistas) intentan voltear la responsabilidad frente a los menores que estaban ilegalmente en el campamento, la cual es exclusiva de los grupos narcoterroristas que los reclutaron violando el DIH lo que además es considerado Crimen de Guerra; delito que cometieron antes, durante y después del acuerdo Santos – FARC. Para todos ellos lo grave es el bombardeo (donde fue dado de baja un peligroso narcoterrorista, lo que lo hace un blanco legítimo) que como ya dije es legal y lo permite el DIH; no que las FARC han reclutado a los menores combatientes y que los tuvieran en ese campamento.
Igualmente absurdo y paradójico ver a los narcoterroristas FARC (que hoy Gracias a Juan M Santos están en el congreso, sin pagar un solo día de cárcel, sin responder por sus crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad entre ellos el reclutamiento, secuestro y esclavitud sexual de cientos de menores de edad) cuestionando al ministro de defensa, al gobierno, a la Fuerza Pública y dizque preocupados por los menores. Cinismo y descaro nivel Juan M Santos.
En resumen, un nuevo episodio de la “inversión revolucionaria”(1) que vive el país; donde la izquierda, sus aliados políticos con la complicidad de medios y periodistas tergiversan y acomodan las circunstancias según sus intereses, entre ellos cuestionar al Estado, al gobierno y a la Fuerza Publica; eso sí, jamás a los verdaderos responsables. Los pájaros tirándole a las escopetas.
EL COLMO 1: La curul que tenía el mafioso alias Jesús Santrich será ocupada por otro miembro de las FARC; siguen premiando a los criminales. NO HAY DERECHO.
EL COLMO 2: Así o más absurdo: Juez ordena a portal de noticias retractarse por llamar violador al jefe FARC Carlos A Lozada; el mismo que sembraba terror entre jóvenes guerrilleros cuando llegaba a sus campamentos dadas sus preferencias sexuales y a quien por ello llamaban “tornillo”. NO HAY DERECHO.
Nota: Invito a leer la columna “Ataque a las Farc y el DIH” Ataque A Las Farc Y El DIH. Por: Rafael Nieto Loaiza de Rafael Nieto Loaiza, donde concluye que el bombardeo al campamento guerrillero “fue absolutamente lícito a la luz del DIH y, además, ajustado a la Constitución y la ley.”
(1) Maria Fernanda Cabal expresa: “La inversión revolucionaria es una fábrica de estrategias utilizada por la izquierda, para convertir mágicamente lo malo en bueno y lo bueno en malo, mediante propaganda y perseverancia en la sistemática mentira, que las FARC en Colombia mantienen aún cuando las evidencias lógicas demuestran todo lo contrario.”